El futuro de AMG pasa por el uso de los turbocompresores en todos y cada uno de sus modelos. Este hecho es una realidad, y por ello el próximo gran reto para AMG no es otro que el desarrollo de nuevos y mejores turbocompresores, donde la sobrealimentación eléctrica se presenta con un futuro muy prometedor. Audi ha sido la primera en confirmar su interés en los turbos eléctricos pensando en sus modelos de calle, por lo que sus principales competidores no tardarán demasiado en ofrecer réplica.
Sobrealimentación: si es eléctrica aún mejor
AMG tiene entre manos la experiencia y conocimientos adquiridos en este fructífero año de Formula 1. Los monoplazas de la firma de la estrella, arrasan gracias a unos motores muy por encima de sus rivales en cuanto a prestaciones, haciendo del turbocompresor electrificado una parte fundamental de esta ventaja técnica.
La adición de un motor generador eléctrico a un turbocompresor ofrece muchísimas ventajas en rendimiento: ausencia de lag, recuperación de energía e independencia del estado de carga del propulsor. Gracias a esta tres cualidades, la sobrealimentación eléctrica permite elevar drásticamente el par motor y la potencia, consiguiendo una curva de rendimiento ajustada en tiempo real a cada revolución del cigüeñal.
Para implementar sobrealimentación eléctrica, existen dos grandes caminos a explorar. Por un lado tenemos la opción empleada en Formula 1, donde un turbo convencional añade un generador para mejorar el rendimiento de la turbina. Por otro lado, está la opción de Audi, donde un compresor de aire con accionamiento eléctrico apoyaría a los turbocompresores convencionales, consiguiendo un resultado igual de interesante.
AMG todavía dejará pasar algún tiempo antes de meterse de lleno en esto de los turbos eléctricos, pero los planes de Audi podrían obligar a Mercedes-AMG, y a otras muchas marcas, a ponerse manos a la obra para no perder tiempo en una apuesta técnica que promete un gran salto en eficiencia y rendimiento.
Fuente: Drive
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