Si algo tiene la Fórmula 1 es que resulta inmisericorde con los errores y Renault los ha cometido esta temporada, y abundantes, de manera que las cuatro escuderías a las que suministra unidades de potencia (Caterham, Lotus, Toro Rosso y Red Bull), practicamente todas han dado la sesión por tirada a la basura por imposibilidad de cumplir lo previsto a comienzos de año.
Lotus ha renunciado a su linaje Renault anunciando que en 2015 sus coches serán propulsados por las plataformas que reinan este campeonato: Mercedes-Benz, en una escenificación bastante sencillota de aquello de muerto el perro se acabó la rabia. Y en cierto sentido no es para menos, pues en lo que llevamos de F1 en 2014 Renault se ha complicado innecesariamente la vida, primero exigiendo que los plazos de estreno de las UP se cumplieran a raja tabla; segundo, llegando con un producto mal desarrollado a los entrenamientos de pretemporada y tercero, resolviendo tarde los problemas para terminar confirmando que su unidad de potencia solo estará al 100% el año que viene.
Y es que si la Fórmula 1 sirve para algo es para entrever quién está capacitado para dar respuestas adecuadas y quién no. Y Renault ha comprometido incluso la supervivencia de la que hasta hace muy poco era la digna heredera de los inicios de los turbo de 1977, el escenario donde triunfarían posteriormente René Arnoux y Alain Prost flirteando incluso con el triunfo absoluto para la del rombo en los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado. Lotus, hasta hace muy poco la escudería de la motorista que impulsó a Williams en su época dorada y a la postre, se definiría como referente con Flavio Briatore al frente y Fernando Alonso al volante de los coches azules que dieron a la francesa sus últimos campeonatos de pilotos y marcas durante el breve episodio de 2005 y 2006, ha roto definitivamente amarras.
Y sí, al parecer Lotus ha dicho basta, que sin motor no hay aerodinámica ni diseño que valgan y ha apostado para 2015 por la unidad de potencia Mercedes-Benz y lógicamente, aunque Renault se quede practicamente en cuadro para el año que viene con tan solo dos equipos a los que suministrar, ha habido quien ha visto en todo esto una buena noticia.
Así las cosas, la tetracampeona del mundo Red Bull, se postula desde este momento mismo como el cliente preferente de la fábrica gala toda vez que Lotus pasa a un segundo plano como escudería suministrada, lo que ha llevado a Christian Horner a enfatizar que es sumamente beneficioso que toda la atención de Renault esté depositada en Red Bull Racing y Toro Rosso, aunque la francesa se haya dejado por el camino a Lotus, su baluarte más emblemático, y muy posiblemente pierda también a Caterham, un equipo que todavía está por ver si no estará presente en la temporada 2015.
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