El mismo debate de siempre. Esta vez ha sido Bartolomé Vargas, coordinador de Seguridad Vial del Ministerio Fiscal, quien de nuevo ha abogado por demandar de Europa un acuerdo que culmine en una normativa común que imponga un límite máximo de velocidad, de fábrica, acorde con la legislación vigente en la mayoría de países europeos. ¿Y qué significaría eso? Que de fábrica ningún coche, ya sea turismo o deportivo, supere una velocidad máxima que bien podría estar en torno a los 140 km/h. Ya te adelantamos que por suerte esta medida no se va a llevar a cabo, las razones, te las damos a continuación.
No es la primera vez que Bartolomé Vargas se pronuncia al respecto y aunque el titular con el que muchos se queden sea el de ese limite de velocidad de fábrica, las declaraciones de este letrado son una mínima porción de la entrevista que concedió hace unos días a Radio Nacional de España (escuchar Podcast) en la que se hablaron de otros factores muy importantes, de mantenimiento de las carreteras, de educación vial, con los que coincidimos de principio a fin.
Por su trabajo durante los últimos años, probablemente sea una de las personas mejor cualificadas de nuestro país para hablar de las razones por las que se producen los accidentes. Vargas habla de un 25% de los accidentes (en la Unión Europea) causados directamente por un exceso de velocidad, aunque su presencia en otros siniestros en los que no fue causa directa sea incluso mayor. Regresando a mi análisis del aumento de los fallecidos en carretera en 2014, sigo pensando que en su mayoría los accidentes se deben a un conjunto de factores, sin los cuales tal vez no (o tal vez sí) se hubiera producido un accidente. No hay discusión en que la velocidad, como mínimo, agrava las consecuencias de un siniestro.
Pero precisamente en ese punto, en el de hallar las causas que provocaron un accidente, nos encontramos con las carencias que presentaría una medida como esta. Desconocemos el dato exacto, pero me inclino a pensar que la mayoría de accidentes derivados de un exceso de velocidad no se produce en autovías y autopistas. Es decir, se produce en vías convencionales con límites de velocidad aún más bajos. Por lo tanto, que los coches modernos estuvieran limitados a 140 o 150 km/h, para que exista un margen de exceso suficiente con el límite habitual de 130 km/h existente en muchos países europeos, probablemente no sería una solución para acabar con la mayor parte de las víctimas derivadas de ese exceso de velocidad que se produjo en vías limitadas a 100 km/h, 90 km/h o incluso velocidades inferiores.
También hay que pensar en los deportivos, algunos de los cuales nada más cambiar a tercera ya habrían alcanzado su velocidad máxima. Por no hablar de la conducción en circuito, que sabemos que sigue siendo una porción mínima del uso que habitualmente se hace de un deportivo. Pero, ¿aún así? ¿para que te serviría tener un deportivo que no superase los 140 km/h?
Y ahora me pregunto que dirían los conductores alemanes, los que habitualmente defienden el modelo de tramos sin límite de la Autobahn. Lo cual me lleva a hilar con otro tema.
Para conseguir que la Unión Europea legisle a favor de un límite de fábrica, acorde con las velocidades máximas en Europa, habría que convencer a los europarlamentarios y por ende a los países miembros, algunos con intereses muy importantes en la industria del automóvil y especialmente en la industria de los deportivos. Si un tema como el de media de emisiones de CO2 ya provocó la reacción del lobby de la industria alemana del automóvil, ¿que sucedería con una medida como esta?
De los 751 asientos del Parlamento Europeo, 96 están ocupados por Alemania, 73 por Italia, 73 por Reino Unido y 74 por Francia, cuatro países con marcas que se jugarían mucho con esta decisión.
De momento, el único límite de velocidad de fábrica existente es el que cree conveniente la marca, no porque hasta sea posible alcanzar esa velocidad en carretera, sino porque creen que es una velocidad máxima suficientemente holgada o porque, superada esta, existan dificultades técnicas que puedan poner en peligro la seguridad. Ya han pasado muchos años desde que marcas como Audi, BMW y Mercedes-Benz establecieran el acuerdo tácito de limitar sus coches a 250 km/h, a excepción de deportivos especiales que, por cuestiones evidentes, no están limitados electrónicamente.
Fuente: Radio Nacional de España
En Diariomotor: Prohibidos los detectores de radares, ¿qué dispositivos puedo utilizar para evitar algunas multas?