En 1989 no sólo conocimos al nuevo Mazda MX-5, que tan presente tenemos estos días. También fue el año en el que pudimos conocer a uno de los modelos más emblemáticos de la historia reciente de Opel. En el Salón de Frankfurt de 1989 se presentaba el relevo entre los coupés deportivos de Opel, el encargado de recoger el testigo del Opel GT, del Manta y del Monza. Llegaba el Opel Calibra, el coche, por aquel entonces, con el mejor coeficiente de resistencia aerodinámica del mercado.
Aires deportivos en un formato asequible que llegaba acompañado por mecánicas gasolina de 115, 150 y 204 caballos, todas estas versiones movidas por una mecánica 2.0 (8v en el caso del 115 y 16v en el 150 y 204 cv), sobrealimentada en el caso del 204 caballos, que además contaba con un sistema de tracción total que era opcional para las otras mecánicas. Junto a estas motorizaciones, también se comercializó un V6 de 2.5 litros atmosférico con una potencia de 170 caballos, llegando además en 1994 una alternativa 2.0 16v atmosférica de 136 caballos.
Por supuesto no faltaron alternativas deportivas varias. Llantas BBS, altura rebajada, asientos de mayor agarre…
El Opel Calibra estuvo a la venta durante 7 años, se puso fin a su comercialización el 29 de agosto de 1997 con una producción final de 238.647 unidades. Alemania, Reino Unido, Italia, España y Francia fueron los principales mercados para este modelo, destacando la versión de 115 caballos con un volumen de 130.000 unidades construidas.
A modo de despedida no faltó un Opel Calibra “Last Edition” acompañado por las mecánicas de 136 y 170 caballos que llegaba además equipada con aire acondicionado de serie, llantas BBS, tapicería en cuero y una puesta a punto del chasis más deportiva.
En cifras, el Opel Calibra contaba con una longitud de 4.491 mm, una anchura de 1.689 mm y una altura de 1.321 mm, siendo su distancia entre ejes de 2.601 mm. Su peso en vacío, tomando como referencia a la versión de 136 caballos, era de 1.255 kg.
Fuente: Opel
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