El martes fue un día festivo en Affalterbach aunque ya os advierto que no por ello se dejó de trabajar en la cadena de montaje. Nacía una nueva criatura con el selló de AMG, el Mercedes-AMG GT y atrás quedaban años de desarrollo y meses de adelantos. Adiós al “alas de gaviota”, con todo nuestro corazón y bienvenido sea el nuevo portaestandarte de AMG. Por delante, le espera la difícil tarea de “suceder”, desde un nuevo posicionamiento (de ahí el entrecomillado), a la obra de arte rodante que era el Mercedes SLS AMG, por suerte, cuenta con excelentes argumentos, argumentos que hemos podido conocer en primera persona durante su premiere mundial, celebrada en la sede de la división deportiva de Mercedes.
Son las 3 de la tarde, estoy en Stuttgart, en un hotel cercano al aeropuerto. Un shuttle nos recoge y nos lleva hasta Affalterbach, donde todo está en marcha para el debut del Mercedes-AMG GT. El cuartel general de AMG se ha engalanado para la ocasión. Por delante nos espera una intensa pero más que interesante jornada. Unas horas atrás, a las 04:30 de la mañana, estaba despertándome para poner rumbo al aeropuerto, pero aquí ya no hay rastro alguno de sueño. Estamos en el corazón de AMG y llevamos esperando con bastantes ganas la llegada de este modelo.
Lo que días atrás eran talleres ahora son zonas de descanso para los periodistas, mesas para la posterior cena y zonas en las que poco a poco iremos introduciéndonos en el Mercedes-AMG antes de su presentación: Su diseño, su estructura y parte ciclo, su mecánica…
Acreditados ya entre toda una marea de periodistas de todas las nacionalidades y cámara en ristre ponemos rumbo a una de las primeras ruedas de prensa, pero algo se encarga enseguida de detener nuestro avance. Ante nosotros toda una auténtica marea de Mercedes-AMG GT camuflados…
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La primera sopresa durante la presentación del AMG GT llegó en forma de un buen número de unidades camufladas
Luciendo el camuflaje con el que se ha dejado ver durante todos estos meses, la primera reacción es inmediata y se suceden las primeras fotos sin saber muy bien siquiera a donde, entre tanto AMG GT, disparar. Nos acercamos, palpamos, comprobamos que sus acabados son de unidades preserie, un vistazo a sus frenos, carbocerámicos en algunos, otros lucen su alerón retractil levantado, alguno prometen bajo ese camuflaje tonos peculiares de pintura, otros nos enseñan diferentes terminaciones del sistema de escape…
La sorpresa ante tantas unidades camufladas estaba asegurada, tanto que nos tienen que llamar un par de veces para acudir a la rueda de prensa y no retrasar el programa. La primera impresión en persona es la de un diseño continuista, conservador y con una planta de aspecto más contenido que la del Mercedes SLS, pero esto no ha hecho más que empezar.
Curvas y un diseño más “orgnánico” para el Mercedes-AMG GT
Queda clara en la primera charla con el equipo de diseño de la firma la nueva tendencia adoptada. Se han buscado superficies más redondeadas, se ha apostado por un diseño más orgánico, más fluido, sin forzar nervios, aristas o detalles exagerados. Su diseño exterior es puro, sin aditivos. Aún no nos enseñan el coche, nos tenemos que conformar con siluetas, con imágenes de porciones de la carrocería. Eso sí, desde estos primeros esbozos sus aletas posteriores prometen y mucho.
En el caso de su interior no hay secretismo alguno. Lo habíamos visto ya en imágenes oficiales y ahora lo tenemos ante nosotros en una reproducción exacta junto a un asiento deportivo de excelente aspecto. La unión entre el puente central y el salpicadero es ahora menos vertical, más fluido, tal y como hemos visto también con la filosofía de diseño de su exterior.
Ahondaremos más, por supuesto, en los detalles de su habitáculo, acabados, diseño, impresiones y curiosidades, pero quedémonos con con una botonera bastante atractiva, bien terminada, una bonita serie de aireadores, un sistema multimedia bastante avanzado y con un diseño en líneas generales dispuesto a envejecer aparentemente muy bien. Me gusta.
El sol sigue su descenso sobre el cielo de Affalterbach y nuestros recorridos por las instalaciones de AMG se siguen saldado con avistamientos de más unidades camufladas, incluido algún que otro Mercedes C 63 AMG del que daremos buena cuenta, también de enormes joyas con el sello AMG como algún que otro Mercedes SL 63 AMG, algún Mercedes G 63 AMG, varios SLS, algún Clase S 63 AMG con pocos días de vida…
Ante nosotros la mecánica del AMG GT al rojo vivo
Es el turno de conocer una curiosa sala en estas instalaciones de AMG. Ante nosotros, tras una mampara, tenemos todo el entramado mecánico del AMG GT, totalmente al desnudo, sin plataforma, carrocería o elemento alguno de la parte ciclo. Sólo su motor, caja de cambios, sistema de escape…
Estamos en la sala que Mercedes emplea para testar las mecánicas sin necesidad de rodar en circuito o por la vía pública. Es una pieza fundamental del desarrollo, les permite sumar kilómetros y más kilómetros a sus mecánicas, comprobar su fiabilidad, afinar su rendimiento y todo con la comodidad de poder hacerlo sentado tras un ordenador, con todos los parámetros bajo control, permitiéndoles simular desde un trayecto en ciudad, con sus paradas continúas entre el tráfico, su escasa refrigeración… a una vuelta de altos vuelos por Nürburgring y ¿qué mejor forma que disfrutar de esta visita que con una simulación?
Luces apagadas y comienza la fiesta de revoluciones, se acelera la mecánica y pronto queda inundada la sala de una sucesión de soplidos en los que queda más que patente la condición biturbo de esta mecánica V8 de 4 litros, que recordemos se encuentra disponible en dos niveles de potencia: 462 y 510 caballos. Ante nosotros el espectáculo no sólo es sonoro, también es muy visual. Las tripas del AMG GT comienzan a brillar y pronto se pone al rojo vivo. Todo un espectáculo.
Una estructura de aluminio, suspensión y montantes del motor adaptativos, distintos frenos y diferenciales disponibles…
Es el turno de su parte ciclo, de conocer su carrocería y su plataforma. Todo un alarde de aluminio sin aditivos, sin pintura alguna que lo recubra por un lado (que bonito sería un acabado así para la carrocería sea dicho de paso), por otro, su parte ciclo, motor V8 al frente, por detrás del eje delantero y su caja de cambios atrás, frenos carbocerámicos (son opcionales), un diferencial autoblocante mecánico en el caso del GT, electrónico en el caso del GT S, el sistema de suspensión adaptativa AMG Ride Control y un sistema, denominado AMG Chassis Controller en el que aparecen una serie de soportes para la mecánica activos, controlados por la electrónica para mejor el tacto de conducción en función de las situación.
Hay mucha miga en la que entretenerse, mucho por toquetear, mucho en lo que profundizar y dar detalles, pero no es el momento. Unas fotografías rápidas a la estructura de aluminio, otras tantas al conjunto de bloque, suspensiones, frenos… y seguimos con nuestro recorrido parándonos en la guinda del pastel antes de revelarse el AMG GT.
Allí donde nacen los motores AMG
Nos adentramos en las instalaciones donde se ensamblan las mecánicas V12 y V8 de AMG. En la planta superior nos reciben todas las insignias de cada uno de los trabajadores de la planta, esas mismas insignias que posteriormente lucirán sobre cada uno de los motores terminados. Aquí el valor de cada operario es un enorme bien para la producción de AMG. Se implica al operario, se le hace responsable de su trabajo hasta el punto de firmar cada mecánica terminada y es que aquí cada uno de los propulsores, como todos los motores AMG (incluido el 4 cilindros), se llevan a cabo bajo la filosofía “un hombre, un motor”.
Esto nos deja con un proceso en el que cada operario se hace responsable del proceso de montaje de un motor de principio a fin. Desde los primeros tornillos hasta que se engarza la insignia con su firma. Bien merece detenernos en este punto y tratarlo en un nuevo artículo para disfrutarlo con mayor profundidad, pero a modo de adelanto: al bloque V8 6.3 atmosférico de AMG sólo le quedan 2 semanas de producción.
Todo preparado, es el momento de conocer al AMG GT
Ahora sí, salimos apresurados de la planta de montaje de motores a petición de la organización de Mercedes. Va a dar comienzo la ceremonia de presentación del AMG GT y tenemos que coger sitio. Antes, mientras nos dirigimos hacía la grada, montada frente al espacio destinado a las entregas a los clientes, nos encontramos con un nutrido grupo de trabajadores de Mercedes-AMG, están allí para ver su última creación. Pueden estar más que orgullosos, como seguramente estén, desde luego dan ganas de acercarse a la valla donde se encuentra y felicitarles uno a uno por el AMG GT, por el SLS Black Series, por el inminente C 63 AMG, por, en definitiva, cada una de las máquinas de bronca voz a las que han dado vida.
Las cámaras preparadas, el escenario perfectamente iluminado, Bernd Schneider ejerciendo de conductor de la gala, arranca la presentación del Mercedes-AMG GT y lo hace con un desfile de algunas de las unidades más significativas con el sello de la división deportiva de Mercedes, desfile que encabeza el Mercedes 300 SEL 6.8 AMG, en el que no faltan versiones con el sello de las Black Series como el Mercedes SL 65 AMG Black Series y por el que pasa también un SLS en lo que podemos considerar también como una despedida del alas de gaviota.
No falta a la cita Tobias Moers, al frente de AMG, tampoco el presidente de Daimler, Dieter Zetsche y su peculiar bigote, que espera justo a nuestro lado en compañía de Hans Wener Aufrecht y Eberhard Melcher, padres fundadores de AMG.
Nico Rosberg, piloto del equipo Mercedes de Fórmula 1, es el encargado de llegar con el Mercedes-AMG GT, el encargado de subirlo al escenario entre fuegos artificiales. Por fin, después de meses viendo adelantos, escribiendo cualquier pequeño detalle que llegaba a nuestros oídos, estábamos ante el nuevo deportivo de Mercedes. Se presenta ante nosotros en un bonito tono amarillo y deja una buena melodía a su paso sí, ¿mejor que la del V8 del F-Type? No me queda tan claro, rememorando los días que pase junto al F-Type R Coupé este verano creo que el británico tiene mejor sonido, aunque es pronto para afirmarlo.
Por supuesto el debut del AMG GT no queda aquí. Además de la unidad amarilla del escenario hay otras dos esperándonos en el interior de las instalaciones listas para pasar ser escudriñadas y toqueteadas por cuantos periodistas estamos allí. Hay cola para acceder a su interior, es difícil sacar una foto limpia en la que no se cuele ningún espontaneo, pero es lógico, todos teníamos ya bastantes ganas de conocer al nuevo AMG GT.
A la izquierda un AMG GT rojo, a la derecha, un GT S en un tono plateado con cierto matiz satinado bastante atractivo, le sienta muy bien el gris, mucho mejor, al menos bajo estos focos, que el rojo. Eso sí, el amarillo con detalles en negro brillante se lleva la palma.
Antes de seguir con las fotos nos espera la cena. Afuera, en la terraza, nos espera una barbacoa junto a un Mercedes SLS AMG Electric Drive que posa bajo una tenue luz con su característico tono verdoso. Sirve de perfecto modelo para hacer las primeras comparaciones entre el SLS y el AMG GT quedando más que claro que ahora Mercedes se adentra en un nuevo segmento con el AMG GT, se baja un peldaño para acudir a cifras de mayor volumen, por suerte lo han hecho con un diseño que a mi juicio sigue siendo espectacular. Menos contundente que el SLS sí, pero a cambio es mucho más estilizado.
Idas y venidas, últimas fotografías y una partida rápida al videojuego DriveClub de Play Station 4, conduciendo por supuesto el Mercedes-AMG GT y con la compañía del responsable del videojuego que nos deja con algunos pormenores de la ardua tarea de trasladar un coche real a un videojuego. Promete bastantes horas tras la pantalla con un formato a medio camino de un arcade y un simulador y con un buen nivel de gráficos.
Por allí me encuentro con Bernd Schneider, piloto 5 veces campeón del DTM y ganador, entre otras muchas tantas, de numerosas citas de resistencia, las 24 horas de Spa y Nürburgring por citar sólo dos ejemplos. Inevitable no parar a saludarle, a pedirle una foto para el recuerdo y sus primeras impresiones al volante del AMG GT: “es más fácil rodar rápido con el AMG GT que con el Mercedes SLS, el alas de gaviota es más contundente, pero también más delicado”.
Ahora sí, toca despedirse del Mercedes-AMG GT. Un último vistazo a la unidad amarilla que sigue sobre el escenario en compañía de cámaras y periodistas repitiendo grabando los primeros vídeos del modelo y acudimos a nuestra cita con el shuttle que nos devuelve al hotel. Han sido 8 horas conociendo al nuevo AMG GT y el madrugón inicial empieza a hacer mella.
Me llevo una grata sensación con este AMG GT. Sí, hay que entender en el proceso de aceptación que no estamos ante un sucesor del Mercedes SLS al uso. Es un nuevo modelo, no un sucesor, es la entrada de Mercedes en un nuevo segmento. Es, dentro de un ferviente segmento, el rival de AMG para el Porsche 911.
Aún queda mucho por contar. En los próximos días os contaré detalles de la planta de montaje de AMG, del nuevo Mercedes C 63 AMG, un análisis de a quien se enfrenta el AMG GT y por supuesto todas las impresiones tras verlo en directo y toquetearlo en profundidad. Este fin de semana hay un nuevo artículo de Diariomotor Altas Prestaciones reservado al Mercedes-AMG GT. Recuerda que si eres suscriptor lo podrás disfrutar desde el viernes.
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