¿Quién dijo que para diseñar un coche no había que mancharse las manos? Desde que la plumilla de los creativos comienza a dibujar los primeros trazos, los primeros bocetos, de un automóvil y hasta que podemos verlo, de carne y hueso, en la vida real, existe un proceso largo y laborioso que no solo exige un manejo avanzado de las últimas herramientas de diseño informático, sino también darle a la espátula, tomar un bloque de arcilla y moldearlo hasta que este tome la apariencia de un coche. Son los modelos de arcilla, los clay model, una etapa casi indispensable del diseño de cualquier automóvil.
En este caso ha sido Ford quien nos ha explicado el proceso de diseño de un coche en su etapa de clay model, de modelo de arcilla, personalizándolo en el nuevo Mondeo, que llegará a los concesionarios muy pronto. Aprovechando lo que nos ha contado Ford y las imágenes que nos han proporcionado al respecto, hemos preparado esta breve y gráfica entrada sobre el sentido de la arcilla en el diseño de automóviles.
¿Por qué se da forma al clay model al diseñar un coche?
La respuesta es sencilla. Un boceto puede plasmar una idea, un diseño informático tridimensional puede representar perfectamente las cotas y los detalles de un automóvil. Pero en ese lapso entre el diseño y los primeros prototipos, muy costosos por cierto, construidos con materiales reales como los que se emplearán en el producto final, los diseñadores aún tienen que pulir muchos detalles y la mejor forma de hacerlo es con una maqueta a escala o a tamaño real a la que ir dando forma con una espátula y con sus propias manos.
clay model a escala
Generalmente, se empieza por un modelo de arcilla a escala. Es más sencillo de manejar y es un proceso relativamente rápido sobre el cual comenzar a dar forma a las ideas que ya se han plasmado en los bocetos y en las herramientas de diseño gráfico.
El clay model a tamaño real
Construir un prototipo es realmente caro. Piensa que un prototipo, generalmente, está construido con materiales definitivos, y que cada pieza debe construirse y ensamblarse a propósito de este, a veces de manera artesanal. Mucho antes de llegar a este punto, los diseñadores deben dar forma al vehículo sobre un bloque a tamaño real que represente fielmente las cotas y las dimensiones del modelo definitivo.
Obviamente, no estamos hablando de un bloque de arcilla macizo. Cuando se tienen los diseños tridimensionales se crea una maqueta de madera, productos sintéticos o espuma, que más tarde se recubre de arcilla fresca para recrear los detalles.
Los modelos de arcilla no solo se utilizan para diseñar exteriores, también son imprescindibles para el diseño del habitáculo, para dar forma al salpicadero, el cuadro de mandos, etcétera…
No solo eso. Los modelos de arcilla también son tremendamente útiles para diseñar cualquier elemento susceptible de ser incorporado en el coche, tales como asientos o llantas.
Una vez se ha recubierto de arcilla el molde sintético, de madera o espuma que mencionábamos anteriormente, este pasa a un horno en el que se calienta entre 50ºC y 60ºC, lo suficiente para que goce de la maleabilidad que necesitan los diseñadores artesanos para definir la silueta definitiva.
Tras lo cual, la maqueta de arcilla se deja enfriar para que más adelante los diseñadores comiencen a pulir cada detalle con sus herramientas.
A menudo, visto en la distancia, un clay model tiene la apariencia de un coche real. En ocasiones, incluso, muchos prototipos que hemos visto en Diariomotor eran en realidad modelos de arcilla con un cuidado trabajo de fotografía detrás. Esto se debe a que los modelos de arcilla definitivos, cuando están casi terminados, se comienzan a revestir de materiales reales, plásticos, metal, reciben ruedas y neumáticos y reciben un trabajo de decoración y pintura que haga que luzcan como un automóvil de “carne y hueso”.
Resulta un tanto sorprendente que, en los tiempos que corren, en la era de la información, sigan utilizándose técnicas tan antiguas como esta para diseñar un coche. La alfarería se remonta, según los antropólogos, al Paleolítico Superior, unos 30 milenios antes de Cristo.
Aunque la alfarería siga siendo clave en el diseño de un coche, las últimas tecnologías han ayudado mucho al desarrollo de modelos a escala y a tamaño real. Ya os decíamos anteriormente que un prototipo requiere una construcción artesana y a la medida de un coche, piezas de metal y plástico a las que hay que dar forma utilizando unas cotas que normalmente son exclusivas para ese prototipo. La introducción de la impresión 3D también ha supuesto una revolución en el diseño de automóviles, una forma rápida y económica de ensamblar las piezas necesarias para completar un prototipo, ya sea escala o a tamaño real.
Fuente: Ford
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