Coches pequeños, altos, de aspecto campero. El crossover es el coche de moda. Esos mismos que hace unos años hubieras contado por la calle con los dedos de las manos, con ventas casi testimoniales, ahora se sitúan en las listas de los más vendidos. Marcas que no llaman al SUV por su nombre, lo llaman crossover, marcas que ya reniegan de sus monovolúmenes, ahora lo llaman crossover. Pero, de verdad, ¿qué demonios es un crossover? ¿es puro marketing, o de verdad existe diferencia entre un SUV y un crossover?
Buena pregunta y buen marrón en el que nos estamos metiendo para explicártelo.
¿Qué es un crossover?
Un crossover, en la industria del automóvil, y en otros ámbitos, es un cruce entre diferentes estilos. Haciendo nuestra esta definición, un crossover es esencialmente un automóvil turismo con características de SUV. O en otras palabras, un automóvil que recibe alguna o todas las características que entendemos propias de un SUV, como un chasis y una carrocería alta, unas defensas con protecciones adicionales, una línea de cintura elevada, etcétera, etcétera…
Pero más allá de esta definición, reflexionemos al respecto de lo que es un crossover y también de lo que los fabricantes de coches nos quieren hacer ver que es un crossover.
CUPRA Formentor VZ.
Si somos suspicaces bien podríamos decir que detrás de la definición crossover siempre hay una clara intención del equipo de marketing de turno para buscar una justificación de su producto y, a menudo, arrimarse al árbol que mejor va a cobijarle. El término crossover comenzó a utilizarse en la industria hace décadas, pero no ha sido hasta hace unos pocos años que se popularizó hasta el punto en que casi ningún fabricante evita utilizarlo en algunos de sus productos.
Nos gusta encasillar a cada coche en su categoría. A todos, me incluyo. En el fondo, nos sentimos cómodos encasillando a cada producto. Pero a veces al encasillar un modelo únicamente estamos añadiendo confusión, especialmente en un momento en el que existe una oferta tan variopinta de productos y de cruces entre segmentos y estilos.
¿Quién puede definir la delgada línea roja existente entre un crossover y un SUV? ¿Existe esa delgada línea roja?
Diferencias entre un SUV y un auténtico todoterreno.
El auge de los SUV y los crossover
El momento clave en que los crossover comenzaron a estar en boca de todos se produjo con el auge SUV. El todoterreno comenzó a hacerse popular entre clientes que de verdad no necesitaban un todoterreno, nació el SUV, y con él nuestras calles se llenaron de vehículos todocamino, de modelos más enfocados a la carretera que a las pistas de campo. Y fue entonces cuando el término crossover se antojaba perfecto para intentar definir el enfoque de productos que definitivamente habían abandonado el entorno rural y forestal, el entorno natural del todoterreno, para campar a sus anchas por la ciudad. Un crossover debería definirse como un oportuno cruce entre el turismo de toda la vida, y el SUV.
El término crossover fue explotado hasta la extenuación y en los próximos años no parece que la tendencia vaya a cambiar. Ha habido modelos que han ayudado especialmente a que los crossover estén en boca de todos y, por qué no decirlo, a que la confusión al respecto de su significado se acreciente. El primer Nissan Qashqai sorprendió incluso a sus propios creadores, un compacto con rasgos de SUV que se vendería en números muy superiores a los que Nissan hubiera podido soñar en un compacto al uso, en un relevo del antiguo Almera.
Con el Nissan Juke la cosa se complicó aún más. Aún recuerdo aquel prototipo, el Qazana, presentado en un Salón de Ginebra de 2009, sus formas desproporcionadas y cómo Nissan aseguraba que esas serían las líneas de su futuro modelo. Servidor no daba crédito. Pero en efecto así fue, y se adentraron un terreno inexplorado, el de un utilitario con aspecto de SUV. Y parece que la cosa fue nada mal para Nissan…
Hoy en día, la oferta de pequeños crossover, de rivales del Juke, crece sin parar, con modelos que ya han ido alcanzando la madurez, como el Renault Captur o el Peugeot 2008, y otros que aún ahora intentan hacerse su hueco, como el Toyota Yaris Cross. El Juke fue el que, inicialmente, más explotó el término crossover. Tras él, una oleada de utilitarios sobredimensionados que en la mayoría de los casos prescindieron de tracción a las cuatro ruedas.
Los fabricantes, aún así, se relegan a un pequeño reducto de lo que otrora fueron verdaderos elementos de un todoterreno – tracción total o reductoras – equipando sistemas más sencillos y económicos, como controles de tracción con diferentes modos u ofreciendo la posibilidad de equipar neumáticos M+S de serie para pequeñas incursiones fuera del asfalto.
¿La tracción total y las aptitudes camperas hacen al SUV? ¿La carencia de estas hace al crossover? Parece que no.
¿Existe una distinción entre un SUV y un crossover?
La teoría nos dice que el momento en que el SUV se convirtió en crossover fue aquel en el que abandonó por completo sus aspiraciones más camperas. En la práctica, todo depende de la estrategia publicitaria a seguir por la marca de turno. En general, ningún SUV y ningún crossover moderno pretende dar la talla en las pistas más complicadas, pero el hecho de que un modelo se autodenomine SUV o crossover tampoco quiere decir que no vaya a cumplir en ciertas condiciones fuera del asfalto.
En realidad hay modelos que han hecho suyo el apelativo de crossover y son muy aptos para salir del asfalto, con la posibilidad de equipar tracción total y un buen neumático mixto que con su agarre y su altura libre, que sigue siendo superior a la del turismo de toda la vida, nos permita ciertos lujos en el campo. Por otro lado, también hay otros que han renunciado incluso a la posibilidad de equipar tracción total.
Porsche Taycan Cross Turismo.
En el camino, también nos hemos encontrado con otro tipo de turismos que, elevando su carrocería, añadiendo plástico negro en defensas y bajos y un par de detalles más, se han unido a la fiebre SUV. Los familiares camperos comenzaron a popularizarse hace mucho tiempo, pero no son pocas las marcas que a una ranchera con la carrocería elevada la llaman crossover.
Honda Jazz Crosstar.
Desde hace tiempo también ha existido otra tendencia muy peculiar, la de camperizar cualquier modelo, compactos, utilitarios, etcétera. Actualmente esa tendencia sigue creciendo. Con muy pocos cambios se puede hacer que un modelo ya amortizado atraiga a más compradores, incluso que invite a considerar otras alternativas a aquellos que se encuentran indecisos entre un turismo y un SUV. Sigue siendo un turismo, que apenas ha ganado aptitudes camperas, pero su estética, para muchos, ha mejorado.
Encasillar a cada modelo, a nosotros, como medio, nos resulta muy práctico. Pero el cliente al final debe evadirse de ello y optar por el modelo que le guste y cumpla con sus requisitos.
En definitiva, hoy por hoy, no creo que deba hacerse una distinción entre crossover y SUV. Si lo observamos con detenimiento en Diariomotor no tenemos una categoría crossover, pero sí una categoría SUV en la que englobar a todos, y no parece que eso vaya a cambiar próximamente. El único consejo que podemos haceros es que, a menudo, casi siempre, no hay que hacer demasiado caso a los eslóganes comerciales, a los apelativos utilizados por las marcas para encasillar sus productos, ni siquiera a los que utilizamos nosotros para tratar de organizar nuestros contenidos.
Si tu elección se debe únicamente a la estética, porque entiendo que un SUV, un crossover, o como queramos llamarlo, es atractivo visualmente, no hay problema, aunque en el caso de un SUV al uso siempre es importante tener una serie de consideraciones antes de aventurarte a comprar.
CUPRA Formentor vs SEAT Ateca FR.
Para diferenciar el punto en que el tratamiento crossover significa detalles de atrezo, un mero tratamiento estético de cara a la galería, o por contra mantener esas aptitudes camperas que siempre hemos disfrutado en un SUV, pienso que lo mejor es atender a los análisis de la prensa especializada. Nos vale que nos leas, incluso que leas a la competencia, pero si bien es cierto encasillar a los modelos nunca fue una buena idea (y ahora menos, hay crossovers, hay SUV, hay SUV coupés, etc, etc), lo mejor seguirá siendo que un probador autorizado te diga lo que ofrece el modelo, sus aptitudes dentro y fuera del asfalto, sus ventajas e inconvenientes, y a partir de ahí decidas si comprarlo o no.