Volvo nos presenta hoy la última evolución de su nueva familia de motores Drive-E. Partiendo del motor gasolina de cuatro cilindros y sólo 2 litros, Volvo ha conseguido extraer la friolera de 450 CV rediseñando el sistema de sobrealimentación con la introducción de dos turbocompresores trabajando en paralelo y asistidos por un compresor eléctrico. Se trata de un motor experimental basado en el nuevo 2.0 Turbo de 320 CV que será estrenado por el Volvo XC90, pero Volvo ya afirma que esta tecnología no tardará en llegar al mercado.
La revolución de los compresores eléctricos
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En Diariomotor ya te hemos contando en otras ocasiones, y de la mano de prototipos como el Audi RS5 TDI o el KIA Optima T-Hybrid, la revolución que está en ciernes. El downsizing y la búsqueda de una mayor eficiencia ha llevado a los fabricantes a olvidarse de los motores atmosféricos para apostar por los motores turboalimentados. Existen multitud de diseños para hablar de sobrealimentación, pero la entrada en escena de “turbos” eléctricos promete un nivel de rendimiento y eficiencia que ha sido imposible alcanzar con los sistemas actuales.
El propulsor prototipo que nos propone Volvo se trata de un bloque de cuatro cilindros perteneciente a la nueva familia Drive-E, pero al que se le ha rediseñado su sistema de sobrealimentación para acoger dos turbocompresores fijos en paralelo. A partir de este diseño, el propulsor consigue elevar su rendimiento gracias a un sistema que permite un mejor llenado de los cilindros, pero Volvo ha pensado en una solución aún mejor para asistir a este diseño en bajas revoluciones.
Conociendo de las limitaciones de los turbocompresores para ofrecer par motor a bajas revoluciones cuando queremos dar vida a un motor de potencia elevada, la mejor solución pasa por instalar un sistema de sobrealimentación eléctrica que permita elevar la presión del aire de admisión utilizando una turbina que es movida por un pequeño motor eléctrico. Este sistema permite elevar drásticamente la cantidad y disponibilidad de par motor en un momento donde los turbocompresores todavía no han conseguido trabajar de forma óptima. Al mismo tiempo, Volvo también ha introducido un nuevo sistema de inyección directa de gasolina capaz de alcanzar los 250 bares de presión.
Aunque la cifra de potencia es bastante interesante, 450 CV, las cifras que realmente nos interesan y que Volvo no ha comunicado, es la de par motor y rango de revoluciones disponibles.
Fuente: Volvo
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