Sí, nosotros también soñábamos con la posibilidad de un Porsche de acceso más económico pero igual de divertido que los Boxster/Cayman, sin embargo Porsche ha decidido que este proyecto no debería ver la luz, por lo menos no en este momento. Son muchos los años que llevamos soñando, y Porsche alimentando esos sueños, con un nuevo modelo en la gama Porsche que se situara por debajo del Porsche Boxster y que recogiera la esencia de la firma en un formato más económico. El Porsche 718 pasará definitivamente a mejor vida, y los planes de Porsche parece que pasan ahora por centrarse en otros productos menos pasionales.
El deportivo de acceso a Porsche seguirá siendo un Boxster
Muchos todavía recordarán que la idea de un baby Boxster comenzó reciclando un proyecto tanto o más interesante en aquel momento, el Volkswagen Blue Sport que a prácticamente todos enamoró. Se trataba de una idea poco habitual en Volkswagen que encajaba a la perfección en el buen hacer de Porsche, pero en aquel momento Volkswagen decidió pensárselo demasiadas veces, dejando a Porsche la oportunidad de estudiar cómo sería un nuevo modelo de alto volumen y precio “reducido”.
Poco a poco, Porsche fue enamorándose de la idea de fabricar un modelo más accesible con las señas de identidad de los deportivos de Sttutgart. Además este modelo se convertiría en piedra angular del negocio, pues en sus números se encontrarba la fórmula de éxito para alcanzar objetivos de producción y rentabilidad. Con el paso del tiempo, el proyecto 718 se fue encontrando con modelos que obtenían prioridad como el Porsche Panamera y Porsche Macan. Con estos modelos ya en el mercado, y acompañados por el incombustible Porsche Cayenne, Porsche se ha encontrado con el bendito problema de poseer una importante demanda que ya le permiten alcanzar objetivos de producción envidiados por sus rivales más directos.
Dicho esto, en Porsche se ha tomado la decisión de que el nuevo Porsche 718 no vea la luz. Con una gama centrada en los resultados de ventas de los Porsche Macan y Porsche Cayenne ya no tiene sentido fabricar un deportivo de alto volumen. A todo esto hay que sumar el eterno dilema que supone apostar por el volumen de ventas en detrimento de la exclusividad de sus modelos, restando aún más puntos para que un nuevo deportivo de acceso se sume a la oferta.
La reflexión de todo este asunto viene con la idea de si Porsche debería haber apostado antes por el Porsche 718, un modelo que a pesar de llevar la etiqueta “accesible” hubiese llevado con mayor orgullo los genes porsche. Está claro que el mercado ha cambiado, y ahí Porsche ha sabido adaptarse de una forma tan exquisita que sus números asustan, sin embargo esta adaptación a las nuevas exigencias siempre traerá consecuencias, para bien – el 911 está más vivo que nunca -, y para mal – prioridades en la línea de producto -.
Fuente: Autocar
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