2014 no ha sido un año bueno para General Motors. Probablemente haya sido su annus horribilis. Las llamadas a revisión y los graves problemas a los que se ha enfrentado en los últimos meses, necesariamente están afectando a su reputación. De ahí que cada avance, cada detalle, cada tecnología que pueda contribuir a mejorar su imagen, sea poco menos que imperiosa necesidad para sacar pecho ante el cliente. El último sistema presentado en el CES de Las Vegas no evitará acabar con las llamadas a revisión, pero sí que sus coches sean capaces de predecir problemas mucho antes de que se produzcan, antes incluso de que comiencen a dar signos visibles a su conductor. ¿Cuál será la «bola de cristal» que utilice General Motors para predecir el futuro?
Presentado por Chevrolet, como parte de sus servicios conectados OnStar 4G LTE, el sistema de predicción de fallos Advanced Vehicle Diagnostics estará disponible muy pronto en los nuevos Model Year 2016 de Chevrolet Equinox, Tahoe, Suburban, Corvette, Silverado y Silverado HD. En 2016 se irá introduciendo en el resto de la gama Chevrolet.
El sistema será capaz de identificar posibles problemas, enviarlos a la nube, a los servidores de Chevrolet, diagnosticar el fallo y avisar al conductor, en su coche o incluso en su propio teléfono móvil, de que alguno de los elementos de su automóvil podría sufrir próximamente una avería y convendría pasar por el taller para solucionarlo antes de que el problema se acreciente.
Aunque Chevrolet anuncia que el sistema se extenderá a más componentes, de momento monitorizará detalladamente el funcionamiento de la batería, el motor de arranque y la bomba inyectora. Hablamos de averías realmente molestas, de problemas que de llegar a un punto irreversible no necesariamente provocarían daños mayores, pero como mínimo nos podrían dejar «tirados», hacer que nuestro vehículo fuera incapaz incluso de proceder al arranque y nuestra única solución sea la de llamar a una grúa. Creo que no hará falta que os diga que, con diferencia, una de las situaciones que más frustra a un conductor es que su coche tenga que ir hasta el taller en grúa.
No nos han detallado demasiado cómo detectarían un problema en el motor de arranque o la bomba inyectora, imaginamos que una reducción de la presión de esta última, o un retardo en el funcionamiento del segundo, bien podrían ser indicios de un defecto en su funcionamiento que podría conllevar a una avería completa. En el caso de la batería sería más sencilla esa detección precoz, mediante los voltajes y el estado de carga, que nos alerte de que la batería de arranque estaría acercándose al fin de su vida útil.
Aunque de momento solo afecte a tres elementos muy concretos, como este, me parece un paso adelante realmente positivo. Ahora bien, dado el interés por el mantenimiento de su coche que muestran muchos clientes, ¿cuántos darán la importancia que merece a estos problemas?
Fuente: General Motors
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