¿Qué relación existe entre un coche autónomo y un vehículo de exploración espacial? Aunque a priori no parezca tan evidente, existe una estrecha relación entre la tecnología que hará que nuestros coches sean capaces de circular sin conductor y la tecnología que permite a Curiosity explorar la superficie de Marte. Los vehículos de exploración espacial han de contar, al menos, con un sistema de control remoto que nos permita indagar en otros planetas en misiones no tripuladas. Por no hablar de la necesidad de que estos vehículos sean capaces de desplazarse de manera autónoma, incluso sin la intervención de un «conductor» a distancia. Y esa es precisamente la razón que ha llevado a Nissan a trabajar con la NASA, desarrollar vehículos autónomos para la Tierra y el espacio.
En estos tiempos en que los drones están muy de moda, has de saber que el uso de vehículos no tripulados – terrestres – se remonta al preludio de la Segunda Guerra Mundial, y como probablemente ya habrás imaginado, a desarrollos con fines militares. Aquellos primeros tanques de control remoto soviéticos fueron evolucionando a maquinaria civil y militar más sofisticada, incluidas aquellas que llegarían a emplearse mucho después en la «liquidación» del reactor accidentado de Chernobyl, muchas de las cuales perecerían por la radiación.
En definitiva, así en el cielo como en la tierra, la humanidad no solo necesita vehículos no tripulados, sino también vehículos capaces de desplazarse sin intervención humana. Curiosity, por ejemplo, tiene «autonomía» para 14 años de misión, realizando tareas que obviamente no siempre estarán supervisadas por un terrícola.
La colaboración entre Nissan y la NASA que se prolongará durante los cinco años, con el objetivo de lanzar un coche autónomo de aquí a 2020, servirá para desarrollar cuatro pilares fundamentales de la automoción sin conductor y de la exploración espacial:
* El desarrollo de sistemas autónomos
* Las interfaces hombre-máquina (controles remotos)
* Las aplicaciones de comunicación con el vehículo
* El análisis y verificación del sofisticado hardware y software que emplearán los vehículos terrestres y espaciales
El resultado de esta colaboración, del trabajo entre Nissan y la NASA, deberíamos verlo a finales de año. El primer vehículo iniciará sus pruebas a finales de año y las pruebas se centrarán sobre todo en vehículos eléctricos, controlados de manera remota, que serán capaces de realizar de manera autónoma tareas logísticas, como el transporte de materiales, suministros, otras cargas y pasajeros.
Fuente: Nissan
En Diariomotor: Un repaso a los detalles más curiosos de Curiosity, el vehículo de exploración marciana