El coche conectado es algo más que poder compartir un estado en Facebook o Twitter desde el equipo de entretenimiento mientras conduces. El coche conectado es seguridad vial, establecer una conexión permanente entre cada coche y su entorno, coches comunicados entre ellos, pero también con la carretera, con la señalización de esta, e incluso con los ciclistas. El último avance presentado por Volvo consistiría precisamente en un sistema para conectar a ciclistas y conductores. Si nos hemos convencido de que la moda, en ocasiones ridícula, consiste en utilizar relojes capaces de recibir SMS. ¿Por qué no habríamos de utilizar cascos, al montar en bicicleta, que se comuniquen con los coches que nos rodean?
Un dato escalofriante, aunque no sorprendente. La mitad de los ciclistas que han fallecido durante el último año en Europa lo han hecho como consecuencia de una colisión contra un automóvil. En Estados Unidos dan cuenta de cerca de 50.000 accidentes de ciclistas más o menos graves, algunos con consecuencias fatales. ¿Y si buena parte de todos estos siniestros se hubieran evitado utilizando un casco conectado? No hablamos de ninguna locura. Los weareables están en boca de todos y en este caso esa tecnología nos puede salvar la vida.
La tecnología desarrollada conjuntamente por Volvo, Ericsson y el fabricante de equipamiento de seguridad deportiva POC, busca establecer una conexión permanente del ciclista y el coche con la «nube». Es decir, que nuestra posición sobre una bicicleta esté permanente monitorizada, como también lo estaría la posición del automóvil. De esta forma los conductores tendrían constancia de un ciclista cerca de su posición mediante los avisos que recibirían en su automóvil. Volvo ha propuesto un head up display que mostraría la silueta de una bicicleta parpadeando sobre el parabrisas en la posición exacta en la que se encuentra el ciclista. El aviso llegaría mucho antes, incluso, de que tuviéramos contacto visual. ¿No sería importante saber que tras esa curva ciega hay un grupo de ciclistas por el arcén?
Por otro lado, el propio ciclista también recibiría advertencias luminosas en su propio casco al aproximarse a un automóvil.
Una razón más para que nos sintamos entusiasmados con la idea del coche conectado, ¿no crees?
Fuente: Volvo
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