La historia que os traemos sería una mera anécdota, sino fuera porque resulta muy esclarecedora de todo lo que sucede dentro de Tesla Motors, de lo que se esconde detrás del eléctrico del que todo el mundo habla en California, y cada vez más en el resto del mundo. Ser padre para esto, debió preguntarse Elon Musk cuando uno de sus pequeños dijo que el Tesla Model S era «el coche más estúpido del mundo» por no contar con luces de lectura en las plazas traseras. La cuestión es que, sin quererlo, y en vez de sentirse ofendido por tal afirmación, Musk se daría cuenta de que su propia familia le estaba proporcionando un feedback realmente valioso sobre el uso práctico de su coche. Solución: resolver el problema instalando las dichosas luces de lectura.
Por lo visto, en el proceso de desarrollo del Tesla Model S ya se valoró dicha posibilidad, incluso llegó a estar presente en las especificaciones iniciales. E imaginamos que algún visionario de la compañía pensaría que ya nadie lee libros, ni revistas de papel, que todo el mundo utiliza tablets, smartphones y ordenadores portátiles, dispositivos que cuentan con su propia iluminación y que no requieren por lo tanto de una luz de lectura.
Pero, efectivamente, la ausencia de estas luces era un defecto que, aunque pequeño, no se podían permitir en un sedán de gama alta como el suyo. Tal y como contaba The Verge, el propio Elon Musk narró esta historia a los asistentes al Automotive News World Congress celebrado estos días en Detroit.
Al parecer, estas luces también se descartaron inicialmente por limitar la altura de las plazas traseras con respecto al techo, y por ende el espacio para la cabeza de los pasajeros, especialmente para pasajeros altos. También era compleja su integración con el techo panorámico, completamente acristalado. Con lo cual Tesla se encontró con una funcionalidad que había anunciado y no había ofrecido a sus clientes. Y estos, a su vez, lanzaron quejas en su foro.
Durante un tiempo, muchos de los Tesla que se entregaron allá por 2012, carecían de luces de lectura traseras. Pero, entre tanto, Tesla Motors ya estaba trabajando en la solución idónea, que no limitase la altura y que permitiera ofrecer un sistema práctico, luminoso y seguro, para satisfacer a sus clientes. Mientras se resolvía el problema, en cualquier caso, Tesla se aseguró de que aquellos coches que se comercializasen aún sin luces de lectura traseras ya contasen con una pre-instalación, con el cableado necesario para instalar más adelante dichas luces.
Finalmente encontrarían la solución en un pequeño proyector LED sobre la cabeza de los pasajeros de las plazas traseras laterales. Todos los Tesla Model S fabricados desde entonces lo incluirían y se ofrecería, sin coste añadido, a todos los clientes que no llegaron a tiempo a esta «actualización».
Curioso, ¿no crees?
Fuente: The Verge
En Diariomotor: Tesla Model S a prueba – Mucho más que una berlina de lujo, mucho más que un eléctrico