Contémplalo detenidamente. Es el Ford Focus ST, aparentemente el mismo de siempre. Su motor EcoBoost de 2.0 litros desarrolla 250 CV y estéticamente no ha sufrido ninguna revolución, sino pingües cambios para adecuarse a la imagen de la renovada gama Focus. Pero en realidad, y como veremos en esta prueba del nuevo Ford Focus ST 2015, hay más cambios de los que aparenta a nivel superficial. En estos días hemos viajado hasta Barcelona para probarlo y ver si de verdad Ford ha trabajado lo suficiente como para que reconozcamos esa mejora.
1. 2.0 Ecoboost 250 CV. Hay cosas que no cambian, ni de momento deberían cambiar. El Ford Focus ST sigue siendo fiel a un bloque de gasolina turboalimentado, con 250 CV de potencia y un 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. Su respuesta en todo el régimen de revoluciones es excelente, su empuje hasta las 6.000 rpm incesante, empuja fuerte desde muy abajo, y se mueve como pez en el agua desde las 2.000 rpm. Aunque te pueda parecer absurdo, este motor incluye un cambio más importante de lo que podríamos pensar a priori. Ford ha incorporado un sistema Auto-Start-Stop con el que consigue homologar 159 g/km de CO2. Esa leve mejora (10 g/km) permite al nuevo Focus ST reducir su Impuesto de Matriculación del 9,75% al 4,75%. De ahí que Ford haya podido preservar un precio competitivo si tenemos en cuenta todo el equipamiento que lleva de serie.
2. 2.0 TDCI 185 CV, el primer Ford Focus ST diésel. Lo impensable ha sucedido. Ford ha decidido que la gama ST no debería estar exenta de motores diésel. Entienden que el mercado demanda modelos potentes, ágiles y de aspecto muy deportivo, pero también económicos en sus consumos. Estéticamente el diésel será exactamente igual que el Ecoboost. Cuesta 450€ más y a cambio ofrece unos consumos ínfimos, de solo 4.2 litros/100 kilómetros. Con unas emisiones de 110 g/km de CO2, está exento de Impuesto de Matriculación. No es tan divertido, ni tan rápido y reconfortante en su conducción. Pero de él os hablaré en mayor profundidad más adelante.
3. Leves retoques cosméticos. Diferenciar al antiguo Focus ST, del nuevo Focus ST 2015, no es tan sencillo como pueda parecer. Hay ligeros cambios en su frontal, una parrilla más ancha y alta, el espacio que ocupa la matrícula está más abajo y el emblema de Ford no rompe la línea horizontal que dibuja el capó con el parachoques. Sus faros también se han renovado, y equipa Bi-Xenón adaptativos de serie. En la zaga también se han actualizado los grupos ópticos, se ha integrado un nuevo difusor y se mantiene su doble salida de escapes trapezoidales.
4. Mejora de la dinámica. Ford nos dice que han mejorado el tarado de los muelles delanteros y los amortiguadores traseros, que ahora es más ágil y efectivo controlando el balanceo. También que habrían mejorado su refinamiento, hacer que sea más confortable y suave. Lo cierto es que el comportamiento del Focus ST sigue siendo excelente, como hasta ahora, y no es un cambio del que nos hayamos percatado en los 300 kilómetros que hemos recorrido con él.
5. Un control de estabilidad más progresivo. Ford también nos recuerda que han diseñado lo que denominan Enhanced Transitional Stability (ETS), una versión mejorada de su control de estabilidad que busca que el conductor siempre mantenga la sensación de control, sin que la reducción de la velocidad en la rueda antagónica a la que ha sufrido una pérdida de tracción, nos resulte excesivamente intrusiva. Y es cierto que su control de estabilidad no resulta demasiado intrusivo, y eso se aprecia especialmente cuando abrimos gas antes de tiempo en un giro muy lento, pero no me atrevería a decir que esto suponga un gran cambio con respecto a lo que ya ofrecía este coche y lo que ofrecen otros compactos deportivos de la competencia. Aún así, contaremos con dos modos para el Electronic Stability Control (ESC), el Standard (plenamente activo) y el Sport (limita la intervención en la frenada de la rueda y no limita la entrega de par del motor). También existe un tercer modo, Off, en el que podemos desconectarlo por completo.
6. Nuevo calibrado de la dirección. El tacto de la dirección sigue siendo sublime, por dureza, peso y desmultiplicación. Responde con premura desde el comienzo del giro y aporta mucha confianza en cambios de dirección muy rápidos. Esta mejora del calibrado de la dirección, junto con los ajustes del chasis, y unas nuevas monturas para el motor, han reducido mucho esa sensación de descontrol que ofrecía su predecesor, esa dificultad para transmitir inmediatamente todo su par al tren delantero que se traducía en un vaivén constante del volante cada vez que hundíamos el pie derecho en el pedal del acelerador, a veces incluso en línea recta y en recuperaciones en marchas largas. Ese efecto sigue sucediendo, aunque de una forma mucho más atenuada y controlable que en su predecesor. A mi juicio es el cambio más importante y notable al que hemos asistido en este Focus ST.
7. Tecnología. Hay que agradecer que el nuevo Ford Focus haya recibido un equipo de entretenimiento a la altura de un buen compacto como este, y que en el caso del Focus ST se incluya de serie. El nuevo sistema SYNC 2 utiliza una pantalla táctil de 8″ y navegación y da un toque más moderno a su salpicadero. El volante también se ha visto sustituido por un nuevo diseño de tres radios y muy levemente achatado por la base (el achatado apenas interfiere en la conducción).
8. Ayudas a la conducción. El Ford Focus ST recibe nuevos elementos muy prácticos para la conducción del día a día, como el Cross Traffic Alert, que nos avisa de coches aproximándose al salir marcha atrás de un aparcamiento; Active City Stop, que precarga la frenada de emergencia y es capaz incluso de frenar automáticamente para evitar colisiones a menos de 50 km/h; y el Lane Keeping Assist, que no solo nos avisa de que estamos rebasando la línea que delimita nuestro carril sino que además corrige nuestra trayectoria.
9. Una única gama Focus ST muy completa. Al seleccionar un Ford Focus ST ya no tendremos que pensarnos si escoger un modelo poco equipado u optar por el Plus de antaño, por ejemplo para gozar de los Recaro de piel calefactados y los faros Bi-Xenón, que ahora son de serie en toda la gama. Unos Recaro, por cierto, con una sujeción lateral estupenda, aunque al no contar con ajustes lumbares ni de sujeción lateral pueden resultar un poco incómodos para conductores con espaldas anchas. Es un asiento deportivo, que brilla por mantener el cuerpo bien amarrado incluso cuando lo sometemos a fuerzas laterales intensas, pero no por su comodidad, aunque el mullido me ha parecido muy correcto para un coche de estas características. Ver equipamiento de serie y opcional del nuevo Focus ST.
10. Nuevos tonos de carrocería. En la paleta de colores del nuevo Ford Focus ST 2015 se incluirán dos nuevos colores, un gris oscuro Stealth, y un azul metalizado Deep Impact Blue. El más llamativo seguirá siendo el Tangerine Scream, conocido en España como Amarillo Sport, un tono amarillo con reflejos anaranjados que cuesta 1.250€ adicionales.
No te vayas muy lejos. Pronto os hablaré más en detalle de una de las novedades más importantes, la llegada de un Ford Focus ST diésel.
En Diariomotor: Ford Focus ST 2015: el diésel de 185 CV es 450€ más caro que el Ecoboost de 250 CV, pero ¿qué hay de su equipamiento?