Ya ha pasado más de medio siglo desde que se presentase el Renault 16, todo un precursor del sedán de cinco puertas, de esa filosofía que seguirían los modelos de la marca francesa hasta llegar a tiempos más recientes y modelos que quizás pasaron con más pena que gloria por los concesionarios, como el Renault Vel Satis.
Pero en aquellos años la idea del Renault 16 y su práctico portón trasero, cautivarían a los compradores.
1. Más de medio siglo del Renault 16
Renault comenzó a trabajar en este coche a mediados de los cincuenta, en el momento en que se lanzó la actualización de su predecesor, el Frégate, y comenzaría a producirlo en marzo de 1965. Por aquel entonces Renault perseguía la posibilidad de lanzar una berlina de representación, con un motor de seis cilindros. Incluso se llegaría a producir un prototipo descapotable, pero pronto se encontrarían con que la idea no era viable y el proyecto se descartó.
2. Espacio y practicidad
Si por algo se enorgullecía Renault, era por la versatilidad y la habitabilidad que ofrecía este coche frente a su competencia en la época. Gozaba de portón trasero, de respaldos abatibles en la banqueta trasera y de una organización del espacio a bordo que le valdría el premio como Coche del Año en Europa en 1970. Los asientos podían colocarse en seis posiciones diferentes, e incluso desmontarse de manera sencilla.
3. Innovación y tecnología
El Renault 16 llegó a contar con un cambio automático de tres velocidades. Innovador en tanto ya contaba con un sistema electrónico que era capaz de decidir la marcha más apropiada para mejorar su eficiencia en base a las revoluciones del motor y la presión que aplicase el conductor sobre el acelerador.
4. De Europa para el mundo
Un modelo global. El Renault 16 se comercializaría eminentemente en Europa, pero también llegó a desembarcar en Sudáfrica, Australia, Estados Unidos y Canadá.
5. Un éxito comercial
El Renault 16 llegaría a vender más de 1,8 millones de unidades en todo el mundo.
6. El coche que emocionó a Stirling Moss
Dicen que el propio Stirling Moss se sorprendió de cómo Renault había conseguido crear un coche tan práctico, con un diseño y una concepción a bordo realmente inteligente. Tanto que hay quien asegura que recomendó a los fabricantes británicos comprar unos cuantos Renault 16 para que, empleando la ingeniería inversa, aprendiesen a diseñar coches más prácticos.
7. Tecnología y confort
A finales de los años sesenta, el Renault 16 ya contaba con versiones que podían equipar cierre centralizado y elevalunas eléctricos.
8. Una rueda más adelantada que la otra
Otra de las curiosidades del Renault 16 era que su rueda trasera derecha estuviera un poco más adelantada que la izquierda para acomodar una barra de torsión. En su época, era considerado un coche realmente cómodo, con un recorrido de suspensiones muy extenso para superar los baches.
9. Palancas en el volante
El Renault 16 también contaba con otra peculiaridad para los coches europeos de la época, con una caja de cambios pilotada mediante una palanca en el volante.
10. El pico de ave
Las reminiscencias del Renault 16 llegaron prácticamente hasta nuestros días, y no solo por el Vel Satis. El antiguo diseñador de Renault, Patrick le Quément, el predecesor de Laurens van den Acker, se consideraba un amante del Renault 16. Tanto es así que el diseño del frontal de las primeras generaciones de Mégane, Laguna y Scénic recibieron una parrilla frontal con un diseño en forma de pico de ave en recuerdo de aquella parrilla del Renault 16.
Fuente: Renault
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