¿Por qué se están marchando muchos trabajadores de Apple a Tesla? ¿Por qué Apple está contratando antiguos empleados de Tesla? La noticia no es nueva ni mucho menos, pero sí lo es el hecho de que cada vez conozcamos mejor la historia de una guerra que en realidad era más intensa de lo que jamás hubiéramos imaginado. En los últimos años, Tesla habría contratado al menos 150 trabajadores de Apple, engrosando una plantilla que actualmente supera los 6.000 empleados. Y entre tanto, Elon Musk asegura que Apple está tentando a sus trabajadores con una bonificación de 250.000 dólares y una contraoferta que incrementaría su salario en un 60%. ¿Estamos ante una guerra de egos o tras esta rivalidad entre marcas, que a priori no compiten comercialmente, se esconde una historia aún más interesante? ¿Por qué a Apple le interesan los trabajadores de Tesla y viceversa?
Aunque parezca un cliché, ya sabes, de amores que matan, todo apunta a que Apple y Tesla libran esta batalla porque son más conscientes de lo que les une, que de aquello que les separa. Y sobra decir que tanto Apple como Tesla son dos marcas de referencia tecnológica en sus respectivos campos. Ambas gozan de proyectos realmente prometedores, de equipos muy profesionales y de profesionales bien remunerados y, probablemente, muy satisfechos con su trabajo. Y es ahí donde yace la única combinación de factores que permite ese trasvase, en dos sentidos, entre Apple y Tesla.
De otra forma, ¿por qué razón un trabajador satisfecho iba a marcharse de Apple o Tesla?
Apple es el espejo en el que se mira Tesla
Que Elon Musk siente cierta debilidad por la filosofía de Apple no es ningún secreto. En declaraciones a Bloomberg, Elon reconocía que «desde la perspectiva del diseño, Apple está muy cerca de Tesla Motors». Pero más allá de esa filosofía del producto como un cuidado objeto de diseño en todos los aspectos, en Tesla Motors han sido muy conscientes de que el valor del software y la informática, en general, en los automóviles será cada vez mayor en los próximos años.
Llegaremos a un punto – probablemente un tanto decepcionante para los que nos consideramos puristas del concepto que hasta ahora teníamos un automóvil – en que ese software sea mucho más importante que los entresijos mecánicos de un vehículo. En definitiva, ¿qué mérito tiene dotar a un coche de un propulsor eléctrico, una tecnología con un siglo y medio de antigüedad? El mérito está en su implementación, en sistemas de baterías, en la gestión del rendimiento y el flujo energético, y un largo etcétera… De ahí que Tesla Motors ya se haya anotado un tanto frente a muchos fabricantes con décadas de historia.
Otro punto, no menos interesante, lo tenemos en la política de distribución de Tesla, con un control absoluto de la venta de sus productos y el cuidado diseño, hasta el más mínimo detalle, de sus show-room. Esa filosofía tan Apple que ha provocado que Tesla tenga que enfrentarse al modelo de distribución de automóviles en Estados Unidos, llegó hasta el punto de que uno de los responsables de levantar la primera red de distribución de Tesla también era un empleado «robado» a Apple.
¿Qué interés tiene Apple en los empleados de Tesla?
De ser ciertas las declaraciones de Elon Musk, que según Bloomberg no habrían sido refrendadas por Apple, que los de Cupertino estén tentando con cuantiosas ofertas a los trabajadores de Tesla revela un gran interés por hacerse con sus servicios. Y eso es una muestra más de todo aquello que une a ambas marcas. Uno diseñador externo que había trabajado para Apple reconocía que hoy por hoy un Tesla «es más parecido a un iPhone que a un Ford». En Silicon Valley también resulta habitual referirse a Detroit, y a sus marcas, como el más claro ejemplo de la industria «antigua».
Actualmente Apple tendría al menos 50 trabajadores que en su día pertenecieron a Tesla Motors. Y aún hay más. En los últimos días se ha dejado ver un misterioso monovolumen dotado de cámaras (Youtube) que muchos han conectado con la posibilidad de que Apple esté desarrollando su propio coche autónomo. Sin haberlo solicitado, Business Insider se hacía eco de un email con una filtración, probablemente interesada y dirigida por responsables de Apple, en la que generaban aún más expectación asegurando que están trabajando en uno de los proyectos más prometedores de los últimos años y que este tendría que ver con coches.
Nos costaría creer que, de la noche a la mañana, Apple decidiera producir coches. Aunque cosas más raras habremos visto. Lo que sí podemos creer es que Apple esté trabajando muy duro para introducirse en el salpicadero y en el corazón de nuestros próximos coches. Que Apple quiera algo más que tener presencia en sistemas de entretenimiento, como CarPlay, que potencien la interacción entre smartphones y los automóviles. Podemos creernos que Apple quiera meterse de lleno en el desarrollo de tecnologías que nos lleven hacia coches autónomos y, sobre todo, coches conectados. Que en Apple estén ansiosos por convertir a nuestros teléfonos móviles iPhone y nuestro tablets iPad en un apéndice más del coche, en una herramienta que nos permita controlar numerosas funciones de forma remota, como ya viéramos en el extraordinario despliegue tecnológico presentado en el último CES Las Vegas.
Por si no fuera poco, ya son muchos los que ansían que ese interés de Apple en Tesla se traduzca algún día en una adquisición (Business Insider). ¿Os imagináis lo que podría suceder si Apple se hiciera con Tesla? La posibilidad no es para nada descabellada. Apple contaría con fortaleza financiera como para hacerlo y probablemente Elon Musk estuviera dispuesto a negociar con una buena oferta sobre la mesa por su participación mayoritaria en la empresa. Tened en cuenta que Elon Musk tiene un montón de proyectos, tan prometedores y más que el de Tesla Motors, en los que invertir todos esos millones que recibiría en esa hipotética operación.
En Diariomotor: Tesla aplica el modelo comercial de Apple recibiendo duras críticas de vendedores