Pregúntate por qué un Lamborghini es reconocible desde el primer vistazo. Y ya no hablo de que sea reconocible por cualquier amante de los deportivos, por alguno de nosotros que se sepa al dedillo hasta el diámetro y carrera de los cilindros de su motor. Lamborghini ha sabido crear una de las imágenes de marca más fuertes, con más personalidad, de la industria del automóvil. Ampararse en la arquitectura del deportivo moderno, que impulsaron prácticamente desde sus inicios, para llevar a sus creaciones hasta nuevas cotas de espectacularidad. Pero en Lamborghini ansían ser menos Lamborghini. Quieren diseños menos agresivos, políticamente correctos. Lo cual tiene una explicación que seguro entenderás.
Filippo Perini contaba, en una entrevista de la cual Automotive News nos ha dejado este titular, que Lamborghini está explorando nuevas posibilidades en su diseño. Muchos de los comentarios dirigidos por nuestros lectores en aquel día en que se presentó el Lamborghini Asterión, iban dirigidos precisamente a esa notable ausencia de aristas, de líneas afiladas. Otros tantos, al hecho para muchos decepcionante de que Lamborghini estuviera pensando en mecánicas híbridas y enchufables, en una máquina que, por cierto, no brillaba precisamente por unas prestaciones descomunales, a pesar de sus 910 CV de potencia.
Pero resulta que Lamborghini nos ha malacostumbrado. Aunque hayamos disfrutado conduciendo un Gallardo, y pronto intentemos hacer lo propio en un Huracán, sigue costándonos entender que un Lamborghini carezca de puertas de tijera, puertas que también conocemos como «estilo Lamborghini». ¿Qué está pasando con Lamborghini?
Sucede que Lamborghini quiere explorar nuevas posibilidades. Comercialmente, sus ventas no dejan de crecer, el Huracán ha arrancado con fuerza sustituyendo al que fuera el modelo más popular de su historia, el Gallardo. El Aventador tiene limitadas sus ventas por el cuello de botella de las peculiaridades que implica el ensamblado de su monocasco. Y para seguir creciendo han entendido que también es necesario abogar por un nuevo estilo, por uno o varios modelos con más enfoque de GT. Por deportivos que no intenten ser los protagonistas de todas las fotos y que transmitan un mayor confort y practicidad a sus pasajeros. Deportivos que a su vez sean menos radicales y aboguen por una belleza más elegante.
¿Estarán traicionando a su legado? Ni mucho menos. Antes de los Miura, Countach y Diablo, Lamborghini producía elegantes coupés, atractivos GTs. Así comenzó Lamborghini. El Asterión, más allá de adelantarnos la posibilidad de que el futuro de Lamborghini pueda estar unido a la hibridación, nos avanzó una cuestión aún más importante, que en un futuro próximo Lamborghini podría presentar un GT. Que la línea a seguir por Lamborghini sería precisamente la de un deportivo menos agresivo y más confortable.
«Necesitamos comprender que si podemos abrir una nueva ventana en nuestro futuro, esta ha de ser menos extrema, pero también más políticamente correcta y elegante.» decía Filippo Perini
Habrá que seguir muy de cerca la evolución de Lamborghini en los próximos meses, y en los próximos años. Pero lo que está claro es que su futuro pasa precisamente por esa búsqueda de conceptos más sencillos y prácticos. Filippo Perini apuntaba también en la dirección de cómo el Asterión había sido concebido como un buen GT, por un diseño que no llamará tanto la atención al lado de un Huracán, o de un Aventador, por una concepción realmente práctica y confortable.
La posición del puesto de conducción del Asterión permite que el conductor pueda ver desde su asiento el capó, «lo cual es algo inédito en nuestros diseños más extremos», decía Filippo.
¿Dejará Lamborghini de ser Lamborghini? Ni mucho menos. De hecho su próximo lanzamiento no será un GT, no será un SUV, no será un sedán, ni cualquier otro estilo de automóvil que nos hayan dejado entrever en prototipos extravagantes. Su próximo lanzamiento será un Lamborghini Aventador SV. Su deportivo más radical.
Fuente: Lamborghini
En Diariomotor: Lamborghini Asterión: la gran sorpresa híbrida de 910 CV