Tras haber tomado contacto con su habitáculo y su renovado diseño, es hora de ponernos al volante del nuevo KIA Sorento 2015. Cuando se ponga a la venta en nuestro país el mes próximo, el KIA Sorento contará con una única carrocería y un único propulsor, en una gama que no parece que vaya a ampliarse. Y creo que no hará falta, porque un motor turbodiésel 2.2 CRDi con 200 CV de potencia se me antoja ideal para este vehículo tras haber catado esta combinación en su presentación europea en Sitges. ¿Os quedáis conmigo?
Suavidad y refinamiento mecánico para un conjunto de buen tamaño
Los cambios con respecto al modelo saliente son obvios. Basado en una nueva plataforma global para vehículos de gran tamaño, el KIA Sorento crece en casi 10 centímetros con respecto a su predecesor, situándose en los 4,78 metros de longitud. No está tan lejos del tamaño de un BMW X5, sin ir más lejos. Es también más bajo y ancho, en definitiva, más turismo y menos SUV, aunque aún no ha caído en el ambiguo segmento crossover. Su plataforma ha sido desarrollada con un mayor confort y mejor dinámica en mente, y sorprendentemente, no llega a engordar más de 40 kg en este salto generacional.
El motor es más ligero, y la carrocería también lo es, empleando incluso CFRP – plástico reforzado con fibra de carbono – en parte del techo, pero la mejora en seguridad exige un mayor peso del conjunto. Sí, las cinco estrellas EuroNCAP tienen un precio. El tarado de suspensiones y configuración de las mismas es único para el mercado europeo, primando la dinámica sobre el tarado existente en otros mercados, más blando. La suspensión es independiente en ambos ejes, como es lógico en un vehículo así. Al mismo tiempo, la rigidez del chasis aumenta un 14% gracias al uso de acero de alta resistencia en su construcción.
Pero no se quiere descuidar el confort de los ocupantes, y como muestra un botón: el aislamiento del propulsor aumenta un 250% sobre el modelo saliente. Mecánicamente, incorpora novedades en KIA como una dirección asistida eléctrica un tanto diferente, llamada R-MDPS. En lugar de tener la asistencia eléctrica en la columna de la dirección, el motor de apoyo se sitúa en el propio eje. De esta manera, la idea es conseguir una actuación más eficiente del mismo y un mejor tacto de conducción. Todos los Sorento europeos tienen una dirección con dos grados de asistencia y tacto, de los que os hablaremos más tarde.
El protagonista del conjunto es un motor 2.2 CRDi doblemente turboalimentado – en serie, con dos turbinas de diferente tamaño – de 200 CV de potencia, abanderado de la familia ecoDynamics de KIA. En otros mercados se complementa con un 2.4 de 185 CV y gasolina, no en España. Este potente propulsor turbodiésel tiene como principal baza un enorme par motor de 440 Nm entre las 1.750 rpm y las 2.750 rpm. Asociado a una caja de cambios manual – o automática en opción – es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en 8,7 segundos y de alcanzar una punta de 203 km/h. Teóricamente, el consumo homologado es de sólo 5,7 l/100 km, con unas emisiones de 149 g/km de dióxido de carbono, que lo colocan en el tramo del 4,75% de Impuesto de Matriculación.
Con todo, su calificación energética le permite acceder a las ayudas del Plan PIVE, convenientemente explotadas en su lanzamiento comercial promocional. El trabajo sobre la carrocería consigue un coeficiente aerodinámico de 0,33, que tiene parte de la culpa de su bajo consumo homologado. Pero basta de hablar, ¡queremos conducir!
Un salto generacional en suavidad y dinámica
Entro al habitáculo y arranco el propulsor. Me ha tocado una versión con cambio manual de seis marchas, y por desgracia no he podido catar el automático en la presentación. Despierta con una ligera sacudida y su sonido desaparece. Me pongo en marcha y lo primero que advierto es la suavidad de los controles, desde el embrague a la caja de cambios. La operación del coche es tan sencilla y suave que casi parece irreal. Lo mismo puede decirse del tacto del motor: no es para nada áspero ni rudo, acelera sin sobresaltos y con total linealidad.
No esperaba semejante suavidad, tanto que me deja un poco descolocado durante unos kilómetros. Tengo que mirar constantemente al cuentavueltas para ver cuando necesito cambiar de marchas. El motor responde con contundencia si le exijo aceleración, y desde las 1.400 rpm empuja con fuerza gracias al doble turbo. La turbina más pequeña del par contribuye a esta buena respuesta en bajas. Lo que no tiene sentido es estirarlo más allá de las 4.000 rpm, donde se demuestra que no es tan flexible como otros biturbo. Quizá con un poco más de rodaje estas unidades mejoren en dicho aspecto.
El tacto de la palanca de cambios es suave pero bastante preciso, un aliciente cuando afrontamos las reviradas carreteras comarcales de la comarca catalana del Penedés. Lo que me ha sorprendido es lo ligero que se siente el KIA Sorento en curvas, sin reacciones extrañas más allá de un subviraje muy predecible al extremo. El coche entra en ellas con una facilidad pasmosa para un vehículo de su tamaño y de manera muy natural, sin esfuerzo. Con la dirección asistida eléctrica en modo Sport su dureza contribuye a un guiado más preciso, con una retroalimentación que me ha parecido se encuentra un paso por encima con respecto a otros competidores del segmento.
La autopista nos regala de nuevo un paseo relajado y muy aislado del exterior. Sólo percibo algo de ruido aerodinámico en un interior francamente bien aislado. Aun así, a cierta velocidad, noto que la suspensión es algo seca en las juntas de dilatación típicas. Una prueba más a fondo nos devolverá más sensaciones, al igual que información más concreta de consumos, que en una ruta con mucha carretera secundaria y comarcal arrojó una media de 8,3 l/100 km, en un unidades sin un rodaje completado en su totalidad.
Gama en España: desde 27.900€ con Plan PIVE
El KIA Sorento se comienza a comercializar en el mes de marzo, y la gama se articulará en torno a tres acabados ya conocidos en KIA: Concept, Drive y Emotion, siendo el Drive el más equilibrado a todos los niveles. El acabado básico estará disponible únicamente con cambio manual y tracción delantera. Por su parte el acabado Drive nos permite acceder a tracción total, y ambas transmisiones para las versiones 4×2 y 4×4. El acabado tope de gama Emotion nos permitirá acceder a un equipamiento de excepción, y aunque se puede encargar con cambio manual o automático, no se puede pedir con tracción delantera, sólo total.
El acabado básico ya incluye llantas de 17 pulgadas, control de crucero, sensores de lluvia y luces, navegador de 7 pulgadas con cámara de visión trasera, climatizador bizona automático, luces LED diurnas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros o volante forrado en piel. Realmente es tan completo que apenas querría nada más. Los acabados Drive y Emotion añaden ya elementos de corte más superfluo o lujoso como los faros de bixenón, instrumentación LED con pantalla TFT de siete pulgadas o asiento con ajuste eléctrico para el conductor. No obstante, los sistemas avanzados de ayuda a la conducción se reservan al tope de gama.
Es entonces donde podremos acceder al sistema de detección de vehículos en ángulo muerto, a los faros adaptativos, al asistente de mantenimiento de carril o a un portón que se abre de manera automática. Por sí aún queremos más, el pack Luxury (3.200 euros) añade al conjunto un sistema de audio Premium Infinity, un sistema de estacionamiento automático, control de crucero adaptativo o cámara de visión 360 grados. Sólo está disponible con el acabado tope de gama.
Los precios suministrados por KIA incluyen la promoción de lanzamiento y el Plan PIVE para familias numerosas, de ahí que comiencen en sólo 27.490 euros. Con todo, es un coche que nos ha dejado buen sabor de boca, que será capaz de robar algunas ventas a los Premium y que esperamos pronto poder probar a fondo para vosotros.
En Diariomotor: KIA Sorento, presentación en Sitges: probamos el renovado SUV, más premium que nunca