Indian Motorcycles es una de las marcas estadounidenses con más solera de todos los tiempos. Fuerte competidora de Harley-Davidson en la primera mitad del Siglo XX, su desaparición fue un tanto desafortunada. Durante la Segunda Guerra Mundial hubo de destinar toda su producción al ejército, mientras que los mejores contactos de Harley Davidson les permitieron seguir vendiendo motos al público, robando toda la cuota de mercado a Indian, quien no pudo competir tras el conflicto. Aunque estuvo décadas ausente, su icónica Chief vuelve a rodar gracias a Polaris, que reflotó la marca hace unos años y le ha dado nueva vida en las guerras custom.
La nueva Indian Chief Dark Horse es su última creación, y es más impresionante que nunca.
The Dark Knight Rises
Como si de una película de Batman se tratase, la Dark Horse es la versión más oscura y amenazante de la familia Indian Chief. Esta enorme custom tiene un aspecto muy característico y único gracias a su guardabarros carenado, en ambas ruedas. Apreciamos el detalle de la cabeza de un indio sobre el guardabarros, por supuesto iluminado como mandan los cánones de la marca. Compitiendo en regusto clásico con las grandes Harley, especialmente con la familia Softail, la Indian Chief Dark Horse se diferencia de otras Chief en su pintura negro mate, que alcanza a todos los elementos de la moto, desde carenado hasta su enorme horquilla de 46 mm, pasando por el motor.
Con respecto a otras Indian Chief también suprime la plaza del pasajero, por lo que será una experiencia solitaria. El grafismo del depósito de combustible – ojo, de nada menos que 20 litros de capacidad, con una autonomía de unos 250 km – es monocromo y retiene la instrumentación analógica-digital de las Chief. Al igual que las Harley-Davidson, el arranca se realiza mediante botón y no es necesario más que llevar la llave en nuestro bolsillo. El gigantesco escape doble es el único detalle cromado de una moto muy oscura, que se ha presentado en las calles de Chicago, un ambiente de lo más idóneo para su sesión oficial de fotos.
El propulsor no cambia con respecto a otras Chief. Es el conocido motor Thunder Stroke 111, llamado así por su sonido tormentoso y sus 111 pulgadas cúbicas de cilindrada, que trasladado al sistema métrico son 1.811 centímetros cúbicos. Este V-Twin refrigerado por aire – al más puro estilo custom americano – desarrolla una potencia de 73 CV a 3.000 rpm, pero la cifra que realmente nos interesa es su par máximo: unos enormes 138,9 Nm a sólo 2.600 rpm. Aunque la moto no sea para nada ligera (es un leviatán de 357 kilos en orden de marcha), este motor y una caja de cambios de seis relaciones deberían de moverla con bastante agilidad.
El equipo de frenado de una bestia así debería estar a la altura, por ello disfruta de un doble disco de freno de 300 mm con pinzas de cuatro pistones. Aún así, no es una moto para correr. Es una moto para rutear, de postura de conducción baja – la altura del asiento al suelo es de sólo 660 mm – y grandes inercias. Eso sí, derrocha personalidad y exclusividad, y esto es lo que verdaderamente nos atrapa.
Fuente: Masmoto.net
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