Son las otras bellezas del Salón de Ginebra 2015 que no te esperabas. Aquellas capaces de eclipsar al despliegue monumental de deportivos y lanzamientos con que todas las marcas obsequian al visitante. Aquellas capaces de hacerte perder media hora, embelesado, babeando, en un día de trabajo tan intenso para nosotros como es un Salón de Ginebra. Tampoco hablamos de azafatas. Del espectáculo, en ocasiones grotesco, y mojigaterías aparte, al que acudimos en ciertos stands que convierten un salón del automóvil en algo más parecido a un local de striptease. Aunque he de decir que en muchos stands se impuso la cordura, hasta el punto de quedar impresionados por el despliegue de azafatas (y azafatos) que hicieron algunas marcas, tablet en mano, para informar a los periodistas y solucionar dudas acerca de sus productos. Hablamos de clásicos.
Los clásicos también son un buen reclamo para atraer al público a tu stand en el Salón de Ginebra. Aunque en ocasiones, estoy convencido, sean capaces de eclipsar a los nuevos productos que con empeño los fabricantes tratan de presentar en uno de los salones internacionales más importantes de cada año. Los clásicos, sirven en ocasiones para mostrarnos la evolución de una marca; en muchos casos, el nacimiento de emblemas que a día de hoy ya son institución; y en otros, por desgracia, para mostrarnos lo ingrato que ha sido el paso del tiempo sobre muchas marcas.
Dedicar espacio a un clásico, por otro lado, no es nada fácil. Especialmente en un salón internacional en el que el metro cuadrado de stand se cotiza caro, muy caro. Incluso fabricantes importantes tienen sus dudas a la hora de aumentar, o no, el espacio de su stand. El caso más sorprendente es el de Lotus, que ha quedado relegado a un stand más pequeño del utilizado por la mayoría de preparadores, cuando hace tan solo unos años (como en aquel Salón de París de 2012) nos sorprendían con un despliegue faraónico, que costó caro a la marca británica.
Mercedes-Benz 300 SL Mille Miglia. Un clásico compartiendo stand con el nuevo Mercedes-AMG GT y el Mercedes-AMG GT3 de carreras. Ver imágenes del Mercedes-AMG GT3 en el Salón de Ginebra.
Alfa Romeo 1900 Sport Spider. Si un Spider era el protagonista del stand de Alfa Romeo, el nuevo Alfa 4C Spider, el más bello, sin duda, era este 1900 Sport Spider.
Borgward. El fabricante alemán Borgward anuncia su regreso. De momento no han presentado ningún producto, aunque anticipan que el primero se mostrará en Frankfurt tras el verano. Lo que sí sabemos es que ya tienen reservado su stand en Ginebra y que allí se dejó ver esta joya clásica.
Koenigsegg CC8-S. Además de lucir con orgullo, junto a su creador, el Koenigsegg Regera, en el stand de la marca sueca también pudimos ver a su primer superdeportivo, el CC8-S.
Lo creas o no, el Bugatti Veyron ya tiene diez años. No es un clásico, propiamente dicho, pero sí un deportivo histórico. En su stand del Salón de Ginebra pudimos ver al último Bugatti Veyron, La Finale, el número 450, y también al número 1, el primer Bugatti Veyron fabricado.
Ford hizo un despliegue sin precedente de clásicos, el más destacado, este Ford GT40.
Tampoco faltó un Mustang del 65.
Un Ford Escort Mk1 Mexico, abriendo boca de las versiones deportivas de Ford.
Y hasta un Ford Sierra RS Cosworth, un «serrucho» que me enamoró y que os aseguro estuve degustando, visualmente, se entiende, más tiempo incluso que a dos joyas como el nuevo Ford GT y el nuevo Focus RS.
Ver un Porsche 964 preparado por RUF, no tiene precio.
Como los Morgan, el nexo de unión entre el deportivo clásico y el deportivo contemporáneo.
Y os aseguro que la experiencia de ver un McLaren F1 Long Tail, compartiendo stand con el nuevo McLaren 675 Long Tail y, sobre todo, el nuevo McLaren P1 GTR, es indescriptible.
En Diariomotor: Salón de Ginebra 2015 en directo en más de cien fotografías
