El Salón de Ginebra de 2015 nos ha confirmado algo que ya veníamos anticipando en los últimos meses. Mazda encara su particular era dorada. Amparándose principalmente en dos aspectos fundamentales, el del diseño y la tecnología – especialmente a nivel mecánico – Mazda ha consolidado una gama de productos globales, de gran volumen y realmente competitivos en sus respectivas categorías. Mazda ha logrado crear una gama de productos que no solo nos ha convencido, sino que también recomendaríamos a cualquier amigo interesado en cambiar de coche. Mazda tenía como objetivo reforzar su gama en los segmentos más importantes y rejuvenecerse. Con la salvedad de Mazda5, si miramos a la gama Mazda 2015 nos encontraremos con que el producto más antiguo, el que lleva más tiempo sin renovarse, es el Mazda3, y su lanzamiento se produjo a finales de 2013. Pero la pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿y ahora qué?
En el Salón de Ginebra tuvimos ocasión de hablar con Jeff Guyton, Presidente y CEO de Mazda Motor Europa. Pensad que conseguir una entrevista con uno de los máximos responsables de muchas marcas en un evento tan masificado como el Salón de Ginebra es comparable a pedir audiencia real. No fue el caso de Jeff Guyton, que gustosamente accedió a concedernos una entrevista privada entre reunión y reunión para hablarnos de algo que nos interesaba mucho. ¿Cuál será el siguiente paso de Mazda?
El siguiente paso de Mazda ya se ha dado. Hace dos años, cuando también tuvimos ocasión de entrevistar en Ginebra a diseñadores de la marca y a responsables de desarrollo de SKYACTIV, Mazda no quería ni hablar de nada que no fuera afianzar su línea de productos de mayor volumen. Hablamos de Mazda CX-5, Mazda6, Mazda3 y, por último, Mazda2.
Podríamos preguntar una y otra vez a los responsables de Mazda por RX8, MPS, motores rotativos, y un montón de novedades que todos estamos deseando ver muy pronto. Y una y otra vez nos responderían que todas las posibilidades están abiertas. No nos quepa la menor duda de que en los próximos años habrá grandes lanzamientos, novedades muy emocionantes que irán más allá de Mazda MX-5.
Pero la clave del futuro no la tenemos en los modelos más picantes de Mazda, sino en su recién presentado Mazda CX-3 y en la base de tres productos muy concretos: Mazda2, Mazda3 y Mazda6.
Michio Tomiyama, Program Manager de Mazda CX-3, me confirmaba que el proceso de desarrollo de este nuevo crossover de dimensiones muy contenidas había sido extraordinariamente rápido para una marca como Mazda. Pensad que la planificación de un producto no es nada sencilla y que la capacidad de reacción de una marca, de interpretar una necesidad en sus clientes potenciales y crear un producto que la solvente, depende en gran medida de la agilidad con que este pueda desarrollarse. Esa es una razón más, entre otras muchas, por las que en los últimos años han proliferado las famosas plataformas modulares.
Pero pensemos que Mazda ya no pertenece a un gran grupo automovilístico, que sus plataformas no van a aprovecharse en productos de otras marcas, a excepción de Mazda MX-5, cuya base será utilizada por el nuevo Fiat 124 Spider. La solución que ha encontrado Mazda no ha sido otra que la de adecuarse, en la medida de lo posible, a las plataformas ya existentes.
De esta manera, y tal y como me reconocía Jeff Guyton, « Mazda producirá cualquier producto que resulte viable«. Y la facilidad para encontrar nuevos nichos viables para Mazda aumenta cuando ya dispones de plataformas en los segmentos B, C y D muy desarrolladas, probadas y suficientemente competitivas para satisfacer las necesidades de sus clientes durante un extenso periodo de tiempo.
En esa línea, el Program Manager de Mazda CX-3 nos confirmaba que el proceso de desarrollo del nuevo crossover se había iniciado a finales de 2011. Y en menos de tres años disponían de un producto definitivo y sobradamente probado, que entre otras cosas había requerido la colaboración estrecha de diferentes departamentos internacionales. Por ejemplo, Mazda cuenta con un centro de I+D en Oberursel, Alemania, y buena parte de la puesta a punto se llevaría a cabo en Europa, bajo la filosofía de que un producto con una buena puesta a punto, acorde con los estándares europeos, es capaz de cumplir con las expectativas que tendrá en todo el mundo.
Youichi Matsuda, Chief Designer de Mazda CX-3, nos confesaba otra de las claves del desarrollo de CX-3, que en cierta medida discurriría prácticamente en paralelo al del nuevo utilitario de Mazda. Cuando a finales de 2011 se daba luz verde al proyecto CX-3, el Mazda2 ya se encontraba en una fase avanzada de su desarrollo. De ahí que el equipo de diseño se encontrase con un requisito ineludible, el de asegurarse de que la batalla, la distancia entre ejes, de CX-3 fuese exactamente la misma que en Mazda 2.
Esa fue una de las razones por las que Mazda ni tan siquiera nos ha mostrado un anticipo de CX-3 en forma de prototipo, como sí hicieran con Mazda2. Son conscientes de que el Mazda CX-3 puede convertirse en uno de los modelos más importantes de la marca, probablemente el que más en ciertos mercados, como Europa y más concretamente España. Son conscientes de que la competencia no deja de crecer, de que tras el Juke llegaron modelos como Renault Captur y Peugeot 2008. De que en el propio Salón de Ginebra, a escasos veinte metros, se exhibía un Honda HR-V que también se las promete felices. En Mazda son muy conscientes de que, en esta ocasión, han llegado a tiempo para unirse a la fiebre de los crossover
Tened en cuenta que, de momento, solo hemos dado unas pinceladas acerca de la política de lanzamientos que seguirá Mazda en los próximos años. Pero apenas hemos hablado de tecnología, de las nuevas generaciones 2 y 3 de SKYACTIV, que probablemente sean las que aporten avances más espectaculares para aquellos que estéis interesados en la tecnología de un automóvil. También pudimos hablar con Jeff Guyton de ello, pero para contaros su respuesta aún tendremos que esperar a los próximos artículos que os hemos preparado.
En Diariomotor: Todo sobre SKYACTIV-G 2 y 3: la revolución de Mazda para la próxima década