Elon Musk ha dicho claramente algo que muchos tememos, incluso aquellos que como yo no ocultan su fascinación e impaciencia por la llegada de los coches autónomos. Quizás esa sea la única razón que de verdad me haga temer la llegada de coches que sean completamente funcionales sin necesidad de un conductor. Elon Musk ha dicho algo que nadie quería oír. Los conductores tenemos fecha de caducidad, el día en que el coche autónomo se presente como la solución más práctica, segura y extendida por nuestras carreteras, los conductores dejarán de existir. E incluso serán vetados de ejercer una función tan placentera y divertida – para nosotros – como esta, que habrá quedado en manos de las computadoras. Máquinas: 1, Humanidad: 0.
Por polémico que resulte decirlo, Elon Musk lo ha dicho. Lo ha hecho durante la keynote de NVIDIA en el 2015 GPU Technology Conference (blog NVIDIA). No parece que sea el tipo de persona que hable con tapujos y autocensura. La conducción autónoma, desarrollada y extendida, bien podría garantizar una tasa de accidentes muy inferior a la que durante años habrían experimentado nuestras carreteras con sus conductores humanos. Llegados a ese punto, en el que los autónomos estén muy cerca del riesgo cero de sufrir un accidente, ¿de verdad las autoridades seguirán permitiendo que un humano, imperfecto por naturaleza, tenga toda la responsabilidad sobre el movimiento de una mole de dos toneladas que se desplaza a más de 100 km/h?
However, when self-driving cars become safer than human-driven cars, the public may outlaw the latter. Hopefully not.
— Elon Musk (@elonmusk) marzo 17, 2015
Elon Musk, que ya apunta a que Tesla Motors quiere convertirse en referencia de la conducción autónoma, no ha tardado en matizar sus palabras. Sacando su lado más visionario ha reconocido que la decisión de impedir que un humano conduzca se tomará, tarde o temprano, que en el momento en que los coches autónomos garanticen que son más seguros que los conductores, y se den las condiciones para dar el gran paso adelante que supondría prohibir la conducción, las autoridades, seguro, tomarán cartas en el asunto. Aunque personalmente reconozca que no quiere que llegue ese momento. Es lo que esperábamos oír de un hombre que entre otros muchos deportivos ha tenido un McLaren F1.
Por otro lado, anticipando que Tesla Motors trabajará con empeño en el desarrollo del coche autónomo, asegura que su filosofía no será la de eliminar por completo la figura del conductor, sino la de permitir que este sea siempre el que, en última instancia, decida si conducir o dejar a la máquina conducir por él. Su filosofía, por lo tanto, va en otra línea muy diferente de la de Google, que abogaba por un coche autónomo sin volante ni controles.
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