Una afirmación tajante, ¿no crees? ¿De verdad Mazda no cree en los híbridos? La pregunta tiene truco. La respuesta también. Mazda cree en los híbridos. Y aunque en España no comercialicen ningún híbrido, fuera de nuestras fronteras, en mercados como el japonés, sí. Para más inri, en Japón se distribuye un Mazda Axela Hybrid (Mazda 3) con tecnología Toyota. Lo cual, lejos de resolver nuestra incógnita, nos deja aún más dudas. ¿Por qué Mazda no cree en los híbridos tal y como los entendemos ahora y aprovecha sus lazos con Toyota para utilizar una tecnología bajo licencia y no la suya propia? Te lo contamos a continuación.
Los híbridos son importantes, especialmente en algunos mercados, como el japonés. Se espera que con los nuevos incentivos a los híbridos, su representatividad en las ventas en Japón llegue a ser del 40% (Nikkei Asian Review). Eso explicaría, entre otras cosas, por qué Mazda se apresuró a lanzar una versión híbrida del Mazda 3 en Japón. ¿Por qué no desarrollar su propia tecnología?
La respuesta la tenemos en el hecho de que Mazda crea, y las cifras lo respalden, que el motor de combustión aún seguirá representando durante muchos años – durante varias generaciones de SKYACTIV – el grueso de las ventas mundiales. Y que, por otro lado, su idea de híbrido siga siendo la de un motor térmico con un apoyo mínimo de un motor eléctrico, muy lejos de la idea del híbrido enchufable por la que están apostando con tanta fuerza desde Europa marcas como el Grupo Volkswagen.
Mazda cree que el vehículo eléctrico aún no es viable, ni razonable como reemplazo a sus mecánicas actuales, ni en términos económicos, ni medioambientales. Entre otras cosas porque su expectativa es la de conseguir motores térmicos que homologuen cifras en torno a los 50 g/km de CO2. El propio Jeff Guyton nos aseguraba que esperan que sus motores térmicos sean capaces de presumir de una eficiencia y una limpieza, en términos de emisiones, superior a la de un coche eléctrico. Superior teniendo en cuenta que la energía utilizada por estos últimos siempre conlleva unas emisiones, salvo que provengan de renovables, como la solar y la eólica, cada vez más extendidas en países como España, y unas pérdidas energéticas en todo el proceso de distribución.
Esa es la razón por la cual Mazda se ha preocupado tanto por exprimir al máximo la eficiencia de los motores térmicos. Y la razón por la que seguirán haciéndolo durante muchos años más. El motor térmico seguirá siendo el principal foco de atención, y prácticamente el único, de sus inversiones en desarrollo para la próxima década. Centrándose, entre otras cosas, en la reducción de las pérdidas por intercambio térmico. Mazda habla ya de alcanzar objetivos, ahora sí, utópicos, como el del motor adiabático. Un motor sin pérdidas (o con mínimas pérdidas) térmicas. El año pasado ya os hablamos de todo ello en nuestro artículo sobre SKYACTIV-G 2 y 3.
Mazda si cree en la hibridación. De hecho, para la próxima generación de SKYACTIV es muy probable que veamos aplicaciones híbridas con tecnología propia de la marca de Hiroshima. La pregunta ahora es la siguiente: ¿cómo debería ser el híbrido según Mazda?
Entendiendo que el motor térmico seguirá siendo por muchos años indispensable para el automóvil y, sobre todo, que las baterías, al menos de momento, son muy caras – y no solo en términos económicos sino también de peso – Mazda plantea soluciones híbridas que requieran un apoyo mínimo del motor eléctrico. Es decir, híbridos en los que el motor térmico siga siendo el principal protagonista, con sistemas de almacenamiento energético (quizás ni siquiera baterías propiamente dichas) muy ligeras. El CEO de Mazda Europa, Jeff Guyton, no quiso confirmarme exactamente en qué tecnologías están trabajando. Me habló literalmente de «soluciones parecidas a la microhibridación, pero no exactamente eso». Pero con lo que hemos visto en los últimos años, sí que podemos hacernos una ligera idea de lo que Mazda entiende como su híbrido ideal.
Una solución microhíbrida, o incluso mild hybrid, implicaría que Mazda no trabajará, al menos en los próximos años, en híbridos enchufables, de hecho Jeff coincidía conmigo en lo engañosa que resulta la homologación de consumos y emisiones de estos automóviles, y los beneficios fiscales de que disfrutan. Mazda desarrollará híbridos con motores eléctricos muy compactos, que consumirán muy poca energía y que únicamente apoyarán al motor térmico, o incluso lo sustituirán, en situaciones muy concretas, como el arranque y los primeros metros.
No sería nada descabellado que esta tecnología se basase en evoluciones de su sistema de arranque y parada del motor i-stop y en su sistema de recuperación de energía i-eloop. Incluso que recurrieran a sistemas de almacenamiento energético basados en condensadores, y no en baterías de ión de litio. Por otro lado, tampoco podríamos descartar que esta tecnología permita incluso prescindir del motor térmico en otras situaciones más allá del arranque y el callejeo, en situaciones como mantener cruceros de alta velocidad. Sin ir más lejos, Volkswagen ya nos ha hablado de su stop-start 2.0 que permitiría la desconexión automática del motor térmico en ciertas condiciones.
Pero todo esto que os cuento en el último párrafo, de momento, son especulaciones nuestras. Especulaciones que por lo visto y oído pueden ir muy encaminadas a la realidad de los desarrollos que está realizando Mazda y que iremos conociendo, a su debido tiempo, en los próximos años.
En Diariomotor: Mazda, presente y futuro: ¿qué será lo próximo, Mazda?