Nos gustaría que al final de Fast & Furious 7, en los créditos de la película, apareciera el siguiente mensaje: “ningún coche fue herido en el rodaje de esta película”. Nada más lejos de la realidad. Según Wall Street Journal el rodaje de Fast & Furious 7 se habría saldado con al menos 230 coches destruidos. No sería la película más destructiva, en ese sentido, ni siquiera de la saga Fast & Furious, que en total habría destruido más de 1.000 coches. Pero sí una de las más mortíferas para sus coches, solo superada por algunas películas de acción como Transformers 3 y Matrix Reloaded. Lo que nos lleva a hacernos otra pregunta, ¿dónde están los coches que se destruyeron en el rodaje de Furious 7?
He de reconocer mi sorpresa al ver el making of de GoPro de la escena del avión. En la era de la informática, las recreaciones por ordenador han sustituido a las complejas y costosas escenas de acción de antaño. Con esta tecnología cada vez es más sencillo rodar escenas más complejas y espectaculares, a un coste mucho más reducido. Pero en Furious 7, lejos de recurrir a coches generados por ordenador, decidieron buscar el máximo realismo lanzando coches desde un avión (The Verge).
Probablemente hayan invertido más tiempo de post-producción y recreación informática en mantener a Paul Walker en escena, que falleció cuando la película aún no se había terminado de rodar, que en estas escenas.
Mayor sorpresa al conocer, de la mano de Wall Street Journal, que esos más de 230 coches destruidos jamás tendrán una segunda vida. Un coche utilizado para el rodaje de una película no siempre acaba totalmente destruido, en un siniestro total. En muchos casos es posible una reparación, e incluso pensar en un fructífero negocio, ¿o no crees que muchos coleccionistas pagarían lo que fuera por un coche que apareció en el rodaje de Fast & Furious, incluso sabiendo que el coche ha sufrido un accidente? Pero precisamente ese punto preocupaba tanto a los productores que decidieron establecer una nueva política en el tratamiento de “residuos” automovilísticos.
Pensemos que un coche empleado en una escena de acción generalmente ha sido preparado de alguna forma. Preparaciones mecánicas, neumáticos específicos para crear escenas más espectaculares, jaulas de seguridad, preparaciones que en muchos casos limitan sus posibilidades en el futuro en el mundo real. No solo eso. Los creadores de Fast & Furious 7 temían que un coche utilizado en su rodaje acabase en la calle y que pudiera sufrir un accidente y la película sufriera un revés mediático, una preocupación que probablemente se habrá acrecentado tras el terrible accidente que se cobró la vida de su protagonista, Paul Walker.
Ante este panorama, los creadores de Fast & Furious 7 exigieron que los coches empleados en las escenas de acción fueran achatarrados, de manera que se garantizase que nunca más fueran a rodar por carreteras públicas.
Incluso con su escena del avión, no parece que Furious 7 vaya a ser la entrega de la saga Fast & Furious que más coches ha destrozado, su predecesora probablemente supere con creces estos registros. De hecho, el responsable de coordinación del rodaje estableció lazos con diferentes desguaces y talleres de Tenerife, donde transcurrió buena parte del rodaje, para que estos les suministrasen un buen número de coches aptos para grabar escenas de acción. Dicen que, en un trabajo contrarreloj como este, cada día recibían más de 25 coches, que a la mañana siguiente, tras el destrozo, eran sustituidos por otros 25 coches “nuevos”.
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