La locura de añadir velocidades a los cambios automáticos no se detiene. Ford ya dispone de un cambio automático de diez relaciones, presente en la nueva Ford F-150 Raptor, pero al parecer quieren ir más allá. Hace unos días Autoguide revelaba que Ford ha registrado la patente de un nuevo cambio de 11 relaciones. Eso no quiere decir que vaya a llegar a la calle. Un fabricante registra muchas patentes con tecnologías que no necesariamente deberían encajar en su plan de negocios. Pero lo que está claro es que las nuevas transmisiones, sean de diez o once velocidades, avanzan sin detenerse incrementando su número de marchas con un objetivo muy concreto: mejorar la eficiencia.
Mientras tanto, otros fabricantes como Volkswagen ya han anunciado también el estreno de un cambio DSG de 10 velocidades. ZF Friedrichshafen, uno de los fabricantes más importantes de la industria, cuyos cambios de convertidor de par puedes encontrar en un amplio espectro de marcas y modelos, desde un BMW Serie 1, hasta un Bentley Continental GT o un Jaguar F-Type, aseguró que su límite estaría en las 9 velocidades.
¿Cuál es el límite, si es que de verdad existe un límite?
El límite lo marcará la eficiencia. El aumento de los desarrollos va enfocado a conseguir que el coche pueda desplazarse a un régimen óptimo y eficiente, en términos energéticos, a cualquier velocidad. Esa filosofía, aplicada a cambios de convertidor de par y de doble embrague, es exactamente la misma que ya ofrecen los variadores continuos (y similares). Con la tecnología actual, la transición entre marchas ya no es un gran problema, especialmente en los cambios de doble embrague, no supone una gran incomodidad para los pasajeros, y el bajo retardo hace que no exista un salto en el que estemos perdiendo energía, combustible, entre marcha y marcha.
En cualquier caso, el uso de cada vez más relaciones de cambio va enfocado sobre todo a la conducción en carretera, a cruceros de alta velocidad. Que las marchas más altas sean especialmente largas y nos permitan circular a velocidades altas, de autopista, con un régimen muy bajo, es crucial para obtener unos consumos muy bajos.
El límite estará en el punto en que añadir complejidad y peso a la caja de cambios añadiendo velocidades no compense esa mejora de la eficiencia. Aunque si hacemos caso de lo que nos dicen los fabricantes todo apunta a que estos cambios más avanzados y con más velocidades no necesariamente han de ser mucho más pesados y voluminosos que los utilizados hasta la fecha. Sobre si tiene sentido añadir dos o tres velocidades para reducir unas décimas de litro cada cien kilómetros nuestro consumo, yo lo tendría muy claro…
En Diariomotor: ZF no quiere cambios automáticos de más de 9 velocidades