A estas alturas, ¿deberíamos rasgarnos las vestiduras por el hecho de que un deportivo como el Nissan 370Z cuente con un dispositivo para acentuar el sonido o maquillarlo? En Carscoop se hacían eco de uno de los sistemas que acompañará al equipo de sonido del actualizado Nissan 370Z, el sistema Active Sound Enhancement (ASE). No es algo que tengamos constancia vaya a equipar en Europa, aunque tampoco encontramos una razón por la cual haya de equiparlo en Estados Unidos, y no en el resto de mercados. ¿Tiene sentido? ¿Necesita un Nissan 370Z una solución de este tipo?
Generar o acentuar sonidos de motor de manera artificial, empleando los altavoces del coche, es una solución muy socorrida que se emplea inicialmente cuando el sonido del coche no cumple con las expectativas. Es decir, cuando un coche no suena bien. Obviamente, no es el caso del Nissan 370Z. Hemos visto sonidos emulados realmente repelentes. El mejor ejemplo lo tenemos en el Control Activo de Sonido (ASC) de Lexus, que hace que un híbrido de cuatro cilindros ruja – aparentemente – como un V8. Nos resultó muy artificial, y hasta los propios responsables de Lexus nos reconocieron que no esperaban que sus clientes lo utilizasen más que para sorprender a un vecino sin muchos conocimientos de coches cuando les presentasen su coche nuevo. Tiene sentido.
Luego está el caso de deportivos que ya suenan contundentes, como el BMW M4, aunque es cierto que ya no suena como aquel V8 de antaño. El BMW M4 también cuenta con un dispositivo que acentúa el sonido del motor haciendo uso de los altavoces. Un dispositivo que aparentemente sería como el utilizado por el nuevo Nissan 370Z.
¿Por qué esa necesidad de acentuar el sonido del motor? La máxima que sigue todo fabricante, también en la producción de un deportivo, es que su tacto sea refinado, suave, carente de vibraciones y que, cuando queramos hacer un viaje, el sonido del motor y el contacto aerodinámico y de los neumáticos con el asfalto no nos incomode. En la última presentación de Nissan a la que acudimos, en Laponia, nos contaron que en los últimos años ese ha sido uno de los objetivos de la marca para con sus deportivos, el 370Z y el GT-R. Acentuar su confort de Gran Turismo.
Obviamente, ese confort a veces está reñido con el sonido que ha de generar un motor deportivo, y las notas que han de filtrarse en el habitáculo. El control de las válvulas de escape es de gran ayuda para lograrlo pero, en última instancia, los fabricantes intentan «filtrar» ese sonido que atenúa un buen aislamiento acústico utilizando los altavoces del coche.
No creo que un Nissan 370Z necesite tal cosa. Primero, porque su motor V6 ya ruge como una bestia, especialmente en combinación con el sistema de escape utilizado por el modelo NISMO. Segundo, porque tampoco me parece que sea un coche que haya pecado en buscar el confort a todo costa y en aislarnos por completo del exterior. De hecho es un deportivo mucho más tosco, más natural y primario, que un Porsche Cayman, por poneros un ejemplo. Lo cual no necesariamente tiene por qué ser negativo, de hecho para mi gusto es una gran virtud.
Sinceramente no podría deciros si los cambios que se han aplicado para hacerlo más refinado, que los ha habido, marcan la diferencia y la necesidad de este sistema. Porque, entre otras cosas, solo hemos tenido ocasión de probarlo en su variante NISMO y en unas condiciones que no invitan a hacer tal reflexión, sobre un lago helado en Suecia.
En definitiva. ¿Necesita un Nissan 370Z un sistema que acentúe el sonido del motor y el escape? No. ¿Hará que el sonido sea artificial? Sinceramente lo dudo.
En Diariomotor: Experiencia NISMO y Nissan GT-R en Laponia: reencuentro glacial con «Godzilla»
