Antaño, el Volkswagen Golf GTI era el rey del mambo. El compacto deportivo por excelencia. El amo del segmento. Pero pasaron los años y aparecieron otros modelos la mar de interesantes que, por el mismo precio o menos aún, se desenvolvían igual de bien.
Todas las marcas querían llevarse un trozo de un pastel demasiado apetitoso. Era un nicho de mercado tan interesante que conocimos al Renault Mégane RS, al Ford Focus RS, BMW M135i, Honda Civic Type R o Seat León Cupra 280… incluso Mercedes se atrevió a ponerle las siglas AMG al Clase A…
El Golf GTI siempre era una opción interesante pero, porqué no decirlo…, pasó a ser una opción más. No era el más potente, ni el más deportivo. Tampoco el más satisfactorio. Muchos adeptos se esfumaron.
Entonces, la estrategia de Volkswagen se centró en que el cara a cara con alguno de los mencionados debía lidiarla el Golf R. Pero el problema era que el Golf R era un coche carente de alma, sin espíritu, muy pesado y caro. Efectivamente era tremendamente eficaz e inexplicablemente rápido pero no despertaba mucha emoción tras el volante. Sólo se salvaba ese V6 de 3.2 cilindros y ese aspecto amenazador.
Pero Volkswagen eliminó con la sexta generación el V6 en pro de un cuatro cilindros hipervitaminado. Además, le quitó los grandes aditamentos estéticos… El problema continuaba: el Golf R seguía resultando igualmente aburrido de conducir. Incluso el Scirocco R con igual motor, pero sólo tracción delantera, era mucho más divertido y placentero de conducir. Fue la hecatombe. El GTI y el R no estaban, para nada, donde merecían.
Con la presente generación del GTI, intentaron solucionarlo con el “Performance pack”, que aumentaba la potencia hasta 230 CV. Pero seguían siendo insuficientes. Le faltaba un toque más malévolo. El GTI era un bonachón…. Algo que no tenía nada que ver con la filosofía original a comienzos de los años setenta: un acto de rebeldía de un grupo de ingenieros. Entonces una crisis de petróleo hasta prohibía en determinados países utilizar los vehículos en domingo. Hacer un coche con el doble de potencia de lo habitual para usar todos los días era un sinsentido. En definitiva, era el chico malo de la clase. Pero fue una idea tan genial que muchas marcas adoptaron prestadas las iniciales «GTI», de «Gran Turismo Inyección».
Y ahora, la gente de Wolfsburgo ha dado con la clave. O eso parece. Quitar la tracción total y hacer del R una máquina con mayor desempeño a la hora de afrontar un tramo de curvas. Le han quitado la “R”, para llamarle Volkswagen Golf GTI Clubsport, presentado como prototipo durante el festival tuning de Wörthersee. Como decía mi compañero David Villarreal es «el eslabón perdido entre un Golf GTI y un R». Yo iría más allá: podría ser el rey de los compactos deportivos del próximo año.
Estará con nosotros como versión de producción a comienzos de 2016, coincidiendo con el cuarenta aniversario del Golf GTI. Y parece que trae consigo los dos factores olvidados que han hecho que el GTI pase a ser uno más: potencia y maldad.
Nuevos aletines laterales en la parrilla delantera, un voluminoso alerón trasero, y estrena un spliter delantero y taloneras laterales… y, lo que es más importante, tracción delantera. Bajo el capó se encuentra el ya archiconocido 2.0 TSI de 4 cilindros, desarrollando ahora una potencia de 265 caballos. La gran novedad técnica será la función Overboost, capaz de aumentar la potencia momentáneamente un 10%, hasta 290 caballos, durante fuertes aceleraciones.
En su interior contará con asientos baquets, similares a los de los coches de competición. Volante en alcántara y varias soluciones para disminuir el peso. Con este panorama, y a falta de conocer todos los detalles técnicos al completo, parece prometedor. De momento, nos quedamos con que será el GTI más potente jamás fabricado. Y eso es mucho decir.
Si saben darle una puesta a punto correcta y todo lo que ello conlleva auguramos que será todo un éxito. Por qué no soñar con muchos detalles deportivos, escapes ruidosos y un set-up muy fino. Siempre con moderación –sin caer en la extravagancia del Type R–, para atraer a un mayor público y seguir siendo el más usable del día a día… porque en el término medio está la virtud. Estamos deseando conducirlo.
En Diariomotor: Wörthersee Tour | ¿Qué es el festival de Wörthersee? | Volkswagen Golf GTI Clubsport: 265 caballos de homenaje al Gran Turismo Inyección
