Probablemente os habréis dado cuenta de que el Audi R8 se ha lanzado únicamente con un propulsor de diez cilindros. La versión de acceso sigue siendo una incógnita en lo tocante a su propulsor, y se ha especulado especialmente con motores V6 turboalimentados durante los últimos meses. Por su parte, el Lamborghini Huracán sólo está disponible con un motor V10 de 610 CV. A ambos coches les penaliza a nivel impositivo su cilindrada, especialmente en países asiáticos como China. De ahí la última especulación: el futuro de los Audi R8 y Lamborghini Huracán podría pasar por los motores de cinco cilindros, sobrealimentados por turbos eléctricos.
¿Que pensarías de un supedeportivo de cinco cilindros?
¿Tiene sentido un supedeportivo con motor de cinco cilindros? Pensad en el brutal Audi TT clubsport turbo Concept presentado en el Wörthersee Tour hace apenas unas semanas. Gracias a un turbo eléctrico de última generación y un segundo turbo convencional, su propulsor 2.5 TFSI de cinco cilindros desarrollaba una potencia de nada menos que 600 CV. Me parece una cifra de potencia más que suficiente para mover a un supedeportivo, con un par motor muy superior al de los V10 atmosféricos de Lamborghini Huracán y Audi R8 V10, nada menos que 650 Nm a 3.600 rpm.
De montarse en un superdeportivo – y gracias a su bajo cubicaje – reduciría su carga impositiva muy considerablemente. Los motores de más de cuatro litros de cilindrada tienen en China una carga impositiva del 40%, a la que hay que sumar impuestos adicional por ser coches importados al país en lugar de fabricados localmente. El resultado es que los superdeportivos suelen tener un precio entre dos y tres veces superior al que se paga en Europa por ellos. Por otra parte, un coche con un motor de dos litros de cilindrada tiene una carga impositiva de sólo un 9%.
En el segmento de los superdeportivos, pasar del citado 40% a poco más de un 9%, supone decenas, incluso cientos de miles de euros. Tanto Lamborghini Huracán como Audi R8 lograrían de esta manera optimizar su potencial de ventas en uno de sus mercados clave. Stephan Winkelmann – presidente de Lamborghini – ha admitido que esta opción se ha valorado y que sería ideal de cara a aumentar sus ventas en China de manera considerable. Sin embargo, en declaraciones paralelas, los máximos dignatarios de Quattro GmBh. sostienen que no se montará un cinco cilindros en ningún Audi R8 o Lamborghini Huracán por el momento.
Con todo, la turboalimentación sí es el camino para el futuro de ambos superdeportivos, con un Audi R8 de acceso de seis cilindros turboalimentados casi confirmado. Los turbos eléctricos son un futuro excitante para la combustión interna, pero requieren de sistemas eléctricos de 48 voltios instalados en el coche y baterías de litio. Soluciones costosas y pesadas, dos adjetivos que cualquier fabricante de deportivos quiere a toda costa evitar.
Fuente: Autoblog
En Diariomotor: Audi TT clubsport turbo Concept | El futuro de los turbos eléctricos aún arroja dudas