En una decisión que puede ser malinterpretada, en Estados Unidos el Grupo Fiat-Chrysler Automobiles (FCA) ha reducido la garantía de los motores de sus vehículos de 5 años o 100.000 millas a 5 años y 60.000 millas. Esta reducción del 40% en las millas cubiertas por la garantía puede ser vista como un movimiento que perjudicará enormemente las ventas de la marca, pero veremos que no es así. Porque en el fondo, tanto Ford como General Motors tienen garantías de 5 años o 60.000 millas. Realmente se va hacia un estándar en la industria. Esa es la verdadera noticia.
Este movimiento del Grupo Fiat-Chrysler no nos sorprende y es lógico por varios motivos. En primer lugar, tanto General Motors como Ford ofrecen garantías limitadas a 5 años o 60.000 millas (lo que antes suceda). En segundo lugar porque la propia General Motors redujo sus garantías desde las 100.000 millas a las 60.000 millas en marzo, y la práctica totalidad de marcas en Estados Unidos ofrecen los mismos plazos de garantía. Sólo Hyundai y Kia permanecen firmes ofreciendo aún 100.000 millas o cinco años de garantía en sus propulsores, algo que sus representantes no han tardado en explotar fuertemente tras conocerse el anuncio de FCA.
Parece ser que este anuncio tendrá un impacto muy limitado en las ventas según estudios internos de FCA, entre otros motivos, porque es evidentemente un cambio que no se publicita. Esta reducción en la garantía no afecta a la garantía sobre el vehículo completo – que permanece invariante – sino sólo a la garantía de los propulsores. Este movimiento de FCA, además de responder a una tendencia de mercado, obedece a la pura lógica: los coches se estropean mucho menos que antaño. Menos del 5% de reclamaciones de garantía en FCA son para coches con más de 60.000 millas y menos de cinco años.
En Estados Unidos se conducen menos millas que nunca y con una garantía más limitada, los concesionarios pueden vender packs de garantía extendida, que son productos altamente rentables para estos negocios, al ir acompañados en muchos casos de acuerdos de mantenimiento. De esta manera, fidelizan a un cliente que acudirá a la red oficial frente a talleres independientes. No es la primera vez que Chrysler hace una reducción similar de garantías: antes de su bancarrota, proponían una garantía ilimitada al primer dueño de un coche. Tras la quiebra de Chrysler y reestructuración, volvió a los esquemas que ofrecían por entonces sus competidores.
Fuente: Automotive News USA
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