El BMW X1 2016 acaba de ser presentado, en su segunda generación. El SUV más pequeño de BMW se renueva al completo, empleando como base la plataforma de motor delantero transversal ya estrenada por los Serie 2 Tourer. Aunque seguirá teniendo opción a tracción total, es un cambio muy importante con respecto a su primera generación. En el Salón de Frankfurt – en septiembre – podremos ver y tocar detenidamente el nuevo BMW X1, pero por el momento os vamos a explicar sus principales claves y novedades. Tras 730.000 unidades vendidas de su primera generación, BMW quiere revalidar su éxito a nivel mundial, y para ello han querido lanzar el mejor BMW de la familia X de la historia.
Una nueva arquitectura de motor delantero transversal
La principal novedad de esta nueva generación del BMW X1 es una arquitectura de motor delantero transversal. Es posible encargar versiones xDrive de tracción delantera, mientras que las versiones sDrive serán de tracción delantera, al igual que lo son en los BMW Serie 2 Tourer. Esta nueva arquitectura responde a una mayor necesidad de espacio en el interior del coche y una optimización de costes para BMW, cuyos coches más compactos emplearán la misma arquitectura común. El próximo BMW X2 compartirá plataforma con este X1, al igual que el próximo Serie 1, que también será un coche de tracción delantera. Sí, los tiempos están cambiando y también en BMW.
Motores de entre 150 CV y 231 CV, una nueva caja manual y diferentes opciones de propulsión
El BMW X1 será lanzado con una gama de motores diésel y gasolina con potencias de entre 150 CV y 231 CV. Todos ellos son de cuatro cilindros, y en un futuro la gama se completará por debajo con motorizaciones tricilíndricas menos potentes. Casi todas las versiones están disponibles con tracción total xDrive, y las versiones de tracción delantera hacen uso de las motorizaciones menos potentes. La tracción total xDrive no es permanente, pero en caso de detectar pérdidas de tracción o un subviraje/sobreviraje puede pasar el 100% de la potencia al eje que la necesite. El eje trasero recibe su potencia mediante un accionamiento electrohidráulico.
El motor más potente de la gama es el xDrive25d, un diésel 2.0 de doble turbo con 231 CV de potencia y 450 Nm de par máximo, con los que puede acelerar hasta los 100 km/h en sólo 6,6 segundos, con un consumo medio de entre 5,0 y 5,2 l/100 km. El resto de opciones diésel se denominan xDrive20d y sDrive18d, de nuevo propulsores de dos litros con potencias respectivas de 190 CV y 150 CV. La versión más eficiente arroja un consumo medio de sólo 4,1 litros y unas emisiones de CO2 de 109 g/km. En gasolina, el BMW X1 xDrive25i es la versión más potente y ágil, con 231 CV y una aceleración hasta los 100 km/h de sólo 6,5 segundos.
Otro motor denominado xDrive20i o sDrive20i con una potencia de 192 CV completa la gama por debajo, con consumos medios de sólo 5,9 l/100 km en su versión manual de tracción delantera. Hablando de cajas de cambios, el X1 estará disponible con una caja Steptronic automática ZF de ocho relaciones o una caja manual de seis relaciones. Esta caja manual es de nueva factura, e incluye un sistema que detecta la velocidad del motor y la coordina con el giro del árbol primario de la caja de manera que los cambios sean fluidos y suaves. Se agradecen innovaciones en cajas manuales y ver que no están condenadas a la desaparición.
Un diseño en línea con los actuales cánones de diseño de BMW
El BMW X1 es más compacto que su predecesor, que empleaba la plataforma modificada del BMW Serie 3 Touring, sorprendentemente. Exteriormente, es 4 centímetros más corto y 5 centímetros más alto que el modelo saliente, quedando sus cotas en una longitud de 4,43 metros y una altura de 1,60 metros, con un ancho de 1,82 metros. Una imagen desde luego más concentrada, pero BMW ha sabido hacer que no parezca un compacto o se asemeje demasiado al Serie 2 Tourer. Con una gran calandra frontal – de dimensiones extra – y unas ópticas afiladas de tecnología LED, el BMW X1 nos mira de manera penetrante, pero sin asustar: no pretende tener una cara demasiado agresiva.
Su perfil lateral ascendente tiene la típica cintura alta de cualquier SUV, que desemboca en una zaga bastante elevada y trufada de detalles aerodinámicos, donde dos ópticas LED nos saludan. Dos salidas de escape en la parte baja del paragolpes – en una disposición muy similar a la del actual Ford Kuga – rematan un conjunto relativamente conservador. Evolucionario y tranquilo, el X1 juega sobre seguro a nivel de diseño. Las versiones futuras Advantage, Sport Line, xLine y la siempre cotizada M Sport aportarán un extra de personalización y diversión al diseño exterior del BMW X1.
Un interior más espacioso y premium
El habitáculo del BMW X1 recibe un notable cambio en su aspecto, con un feeling más premium. El aire acondicionado y la conectividad auxiliar/USB son de serie en el nuevo X1, al igualq que la pantalla de 6,5 pulgadas que preside la consola central y es controlada mediante un conocido sistema iDrive. Con un puesto enfocado al conductor, su nueva arquitectura permite que el asiento del conductor esté 36 mm más elevado, y los asientos traseros 64 mm más elevados. BMW comunica que el espacio para las rodillas de los pasajeros en las plazas traseras aumenta en 37 mm y el maletero crece en 85 litros hasta unos impresionantes 505 litros.
Se pondrá a la venta en septiembre de 2015.
Fuente: BMW
En Diariomotor: El nuevo BMW X1 llegará acompañado del X2, ambos sobre la plataforma del nuevo MINI