¿Qué ocurre cuando se da carta blanca virtual para que diseñar un coche a una marca como SRT? La división de altas prestaciones de Dodge ha creado el espectacular SRT Tomahawk Vision Gran Turismo, su peculiar interpretación de lo que sería el monoplaza del futuro. Paul Hoste, un diseñador junior de FCA en Estados Unidos ha sido el ganador de la competición interna por quién diseñaría un coche virtual, que tú mismo podrás pilotar en el videojuego Gran Turismo 6. De esta manera, SRT se une a la gran cantidad de marcas que ya han lanzado sus prototipos virtuales para este videojuego. Recordamos especialmente la visión de Mercedes o de Chevrolet.
Tres monoplazas con potencias de hasta 2.950 CV de potencia
Este monoplaza de competición no tiene visos de producción, ni quizá los tenga jamás. Se ha imaginado el deportivo del año 2035 con un esbelto vehículo, de menos de un metro de altura y extremadamente estilizado. Se pueden ver rasgos, simples trazos que recuerdan al pasado de vehículos de altas prestaciones Dodge, pero el aire futurista de esta máquina es innegable. Como no hay límites para la imaginación en el mundo del diseño virtual, FCA ha decidido equipar a este superdeportivo con un motor 7.0 de diez cilindros en V abierta. Un V10 más cercano a un bóxer de 10 cilindros, al estar su V abierta a 144 grados.
Un motor que está íntimamente ligado a un sistema híbrido neumático, que descarga potencia hidráulica sobre el eje delantero mientras el V10 aporta potencia al eje trasero. La energía neumática se acumula en varios tanques que son parte de la estructura del coche. Esta energía se origina a través de una recarga previa a la carrera, así como durante frenadas y desaceleraciones. ¿Y cuál es la potencia de este sistema? Siempre sin olvidarnos que es un coche virtual, SRT ha creado tres versiones para que los jugadores de Gran Turismo vayan evolucionando. Responden a los nombres de S, GTS-R y X, en orden de radicalidad.
En su configuración básica, el motor V10 desarrolla 792 CV, que se unen a los 215 CV del sistema neumático para una potencia final de 1.007 CV. Con un peso teórico de poco más de 900 kg, ya supera los 400 km/h. La versión GTS-R pesa sólo 661 kilos, pero la potencia combinada del sistema es de ya 1.468 CV, permitiendo una punta superior a los 500 km/h. El Tomahawk X añade el grado de locura definitivo: su V10 gira a 14.500 rpm y con la ayuda del sistema neumático desarrolla 2.950 CV, por lo que su velocidad máxima es de… 605 km/h. Esta versión requiere que el piloto lleve un traje de gravedad, debido a las extremas fuerzas G generadas.
Toda esta tecnología – uso de grafeno incluido en los paneles de la carrocería – está basada en la realidad, aunque evidentemente muy exagerada, el estado de la tecnología no permite semejante rendimiento, o al menos no a un coste razonable. Sí es más realista el experimento con la aerodinámica activa de este coche, mediante paneles móviles repartidos por la esbelta carrocería del coche que se activan electrónicamente en función de la velocidad y la potencia de frenado necesaria, gracias al sistema neumático. Muchos coches actuales emplean sistemas de aerodinámica activa. El sistema neumático también alimenta la suspensión eléctrónica, ajustable en tiempo real.
Fuente: FCA
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