Soy un pecador, he de reconocerlo. No conocía el trabajo de Alfaholics, pero mi respeto por estos ingleses chiflados ha aumentado exponencialmente cuando he descubierto su trabajo. Pensaba que simplemente preparaban Alfa Romeo clásicos, pero hacen mucho más que eso. Lo que hacen se denomina «restomod» en inglés, y significa modernizar un coche clásico con componentes actuales de alta tecnología. Retenien el espíritu clásico del coche, eliminan sus puntos débiles y al mismo tiempo mejoran su dinámica. Suena utópico, y lo es. El único inconveniente es el coste de estas operaciones, que suele ser astronómico.
Pero es el precio a pagar por tener el Alfa Romeo perfecto. Y no lo digo a la ligera.
El Alfa Romeo Alfaholics GTA-R 290 es el Alfa perfecto
El Alfa Romeo Giulia GTA es considerado uno de los mejores Alfa jamás construidos. Pocos cientos de unidades fueron fabricadas para su homologación en competición, concretamente en el European Touring Car Championship. Aligerado y potenciado con respecto al Giulia GT Coupé en el que se basaba, es considerado el Santo Grial de los Alfisti. Su motor de 1,6 litros «sólo» producía 115 CV, pero tenemos que recordar que estamos a mediados de los años 60 y su peso no llegaba a los 750 kg. Su carrocería era de aluminio, sus ventanas de plexiglás e incluso sus cromados eran más finos que en sus versiones más comunes para ahorrar gramos.
Es difícil mejorar un coche así y retener su espíritu. Tras adquirir una unidad accidentada en España, el dueño de Alfaholics decidió hacer un restomod completo de su Giulia GTA. Ningún componente mecánico estaba presente, y poco más que la carrocería era salvable. Tras acometer este proyecto a nivel personal, decidió convertir su hobby en un trabajo y fundar Alfaholics. Desde el año 2002, junto a sus dos socios, se dedica a restaurar Alfa Romeo clásicos y darles un extra de potencia, creando réplicas perfectas – es más, mejoradas – de los mejores Alfa clásicos. ¿Tienes un Spider sin motor? ¿Por qué no transformarlo en un coche con el rendimiento de un M3 Cabrio?
Y su mejor creación – y más reciente – es el Alfaholics GTA-R 290. Partiendo de la base de un Alfa Romeo Giulia GT Coupé, han creado una máquina capaz de girar al Nordschleife en menos de 8 minutos. Como lo oyes. En su configuración publicada, el coche tiene una carrocería de acero, pero puertas, capó y portón del maletero están construidos en fibra de carbono. En lugar del propulsor original – probablemente ausente – Alfaholics recurre a los motores Twin Spark de los Alfa Romeo 75. Pero para ser más fieles al vehículo original, los dota de una tapa de válvulas mecanizada en aluminio de aspecto clásico y unas trompetas de admisión que son una obra de arte.
Mediante un sistema de inyección Motec y los mejores componentes internos disponibles en el mercado, han extraído nada menos que 240 CV a 7.000 rpm de este motor de 2,3 litros. Puede no parecer mucha potencia, pero recordad que es un coche que pesa apenas 830 kg y manda su fuerza al tren trasero a través de una caja de cambios de cinco relaciones muy cerradas. Por si esto fuera poco, el diferencial trasero es un autoblocante mecánico. Un escape deportivo artesanal de acero inoxidable cierra el círculo para un motor con el que el Alfaholics GTA-R 290 logra una relación peso-potencia de 290 CV/tonelada. De ahí su nombre.
El resto de la parte ciclo no es menos impresionante. La suspensión ha sido completamente revisada, con amortiguadores ligeros de aluminio, estabilizadoras de aluminio y brazos de titanio para la suspensión, con cojinetes especiales desarrollados en exclusiva para este GTA. Los frenos son del máximo nivel, con discos delanteros ventilados de 300 mm – y pinzas de seis pistones – y discos traseros de 267 mm. La dirección asistida es eléctrica, con asistencia regulable, pero si quieres pueden eliminar la asistencia al completo. Las llantas de 15 pulgadas originales están envueltas en neumáticos de alto rendimiento Yokohama Neova AD08R 195/55 R15.
El interior ha sido restaurado. Se ha acoplado una jaula antivuelco de acero envuelta en cuero con especificaciones FIA, además de dos bacquéts ultra ligeros Recaro forrados en cuero, con soporte lumbar ajustable. Alfombrillas Wilton de máxima calidad y más aislamiento que en el GTA original se encargan de hacer que sea un coche cómodo incluso en el día a día. Un volante Momo Prototipo y la opción a equipar aire acondicionado ponen el punto y final a un conjunto al que me resulta imposible poner pegas. Si aún no estáis convencidos, mirad el vídeo en el que un Alfaholics GTA-R de 215 CV no se despega de un GT3 RS en Nordschleife y hace un tiempo de 8’15».
Las prestaciones de esta máquina no son conocidas, pero se habla de un 0 a 100 km/h inferior a los cinco segundos y una punta de casi 250 km/h, limitada por los desarrollos del cambio. Nada mal para un coche con 50 años a sus espaldas, la verdad. Acerca de precios… las conversiones más baratas de Alfaholics cuestan en torno a 65.000 libras esterlinas. Teniendo en cuenta de que estamos hablando de una de sus obras maestras, os dejo a vosotros imaginar el precio. No está publicado, pero dudo que baje de las 120.000 libras. Es el precio a pagar por poseer uno de los Alfa Romeo más perfectos jamás creados. Y eso no tiene precio.
Fuente: Alfaholics vía autoblog.nl
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