Actualizado: enero 2016. En el sector del transporte se ha abierto un interesante debate. ¿Cómo pueden acoger nuestras carreteras a camiones más pesados, más largos y a la vez más efectivos para transportar un volumen de carga muy superior? ¿Debemos dar ese paso? Hablamos de vehículos denominados coloquialmente como trenes de carretera, o megacamiones. Combinaciones de cabeza tractora y varios remolques para llegar hasta los 25,25 metros de longitud, superior a cinco turismos en hilera, y una masa máxima de hasta 60 toneladas. Unas cotas superiores a los 18,75 metros actuales. Una solución que tiene el visto bueno de la Unión Europea con objeto de hacer que el transporte de mercancías por carretera sea más competitivo y eficiente. Una solución que acaba de ser aprobada y regulada en España.
1. ¿Por qué se ha abierto el debate? Los trenes de carretera se denominan así por el aspecto que ofrece una sucesión de cabeza tractora y varios remolques. En Europa realmente estaríamos hablando de combinaciones de dos remolques, ligeramente más largas y pesadas que los tráilers que habitualmente vemos por nuestras carreteras. En regiones mal comunicadas, por ejemplo algunas zonas de Australia, estos trenes de carretera se han convertido en la solución ideal para transportar grandes volúmenes de carga a lugares muy remotos. Hay récords de trenes de carretera que superan los 100 remolques y el kilómetro de longitud.
La solución europea no llega a ser tan extrema. Bajo el concepto de European Modular System, la Unión Europea prevé que el número de carreteras y países en los que se introduzcan vehículos de hasta 25,25 metros de longitud, y 60 toneladas de masa máxima, aumente en los próximos años.
2. ¿Por qué es importante que existan camiones con una mayor capacidad de carga? Esta idea respondería a la necesidad de los cargadores de transportar mayores cargas en cada viaje. Si un único tráiler es capaz de transportar más carga, los beneficios más evidentes pasarían por la reducción del tráfico de vehículos pesados (habría vehículos más grandes y pesados, pero menos); la reducción del gasto energético por tonelada transportada (la energía, o el combustible consumido por un camión, aunque sea más grande y pesado, es inferior al consumido por varios camiones); la reducción de las emisiones que conlleva el punto anterior; la reducción de costes, que también se deriva del menor gasto energético; e incluso la mejora de la seguridad (simplificando mucho, menos camiones en carretera se traduciría en un menor riesgo de que un camión sufra un accidente).
Tráfico aboga por esta solución que en cierta medida sería posible por la mejora de la tecnología de los camiones y de las infraestructuras. Un país como España ya goza de una red de carreteras de alta capacidad, autovías y autopistas, lo suficientemente adecuada como para permitir el paso de estos vehículos.
Aunque su entrada en vigor, vía Boletín Oficial del Estado, se produjera hace unos días, en diciembre de 2015, esta medida ya estaba recogida en el anexo IX de la Orden que modifica el Reglamento General de Vehículos (ver Transporte Profesional).
3. ¿Cuál es el problema? La mayor oposición de los transportistas llega a la hora de definir el marco en el que podrán desplazarse estos nuevos trenes de carretera. Ellos también se beneficiarán de la medida, especialmente aquellos que se dediquen a sectores muy concretos en los que el transporte de cargas muy pesadas es habitual. En cualquier caso, piden que se abra un debate acerca de las condiciones en las que deberán circular estos camiones, abogando especialmente por la implantación de corredores especiales y una tasa superior para aquellos que transporten 60 toneladas, que para aquellos que transporten 40 o 44.
España acaba de legislar al respecto, antes incluso de que la Unión Europea armonice la normativa y abogue por el aumento de las cotas de los trenes de carretera en Europa. Antes de que España haya dado un paso adelante, esta medida ya se ha llevado a cabo en Francia, Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Portugal.
En Diariomotor: Trenes de carretera: camiones monstruosamente largos