Resulta sorprendente que el debate entre abrir las ventanillas o usar el aire acondicionado siga en el aire, sobre si consume más lo primero, o lo segundo. Pero en efecto así es. Probablemente accedas a este artículo esperando una respuesta, defenderla si es la que tú practicas, y negarla si no es así. Si es tu caso, te aseguro que este artículo no es para ti. Pero la realidad, como de costumbre, hace que no todo sea blanco o negro, que existan matices a favor y en contra de las diferentes posibilidades. Y lo único importante en este caso es tener sentido común, ante todo eso, y estar familiarizados con la tecnología que equipa nuestro coche. Por eso analizaremos el asunto desde 7 cuestiones acerca de las ventanillas y el aire acondicionado que has de conocer. Las conclusiones sobre lo que es mejor y cuándo es mejor, tendrás que sacarlas tú.
1. El aire acondicionado aumenta el consumo de diésel y gasolina
Es de perogrullo, ¿no crees? No vamos a entrar en demasiado detalle a explicar el funcionamiento de un sistema de aire acondicionado, pero sí enunciaremos que la refrigeración del habitáculo de nuestro coche se consigue mediante un equipo que consta de un circuito con un gas, que a su vez se ve sometido a una serie de cambios físicos mediante un compresor, un condensador y un evaporador. Ese compresor requiere energía para comprimir el gas, energía – cinética – que se obtiene del propio motor. Esa es la razón por la que nuestro coche es más lento cuando conectamos el aire acondicionado, sensación que se hace especialmente palpable en motores poco potentes, atmosféricos de baja cilindrada, etcétera.
Es difícil determinar cuánto consume exactamente un sistema de aire acondicionado, porque en realidad depende de muchos factores, como la presencia de un climatizador que regule la intensidad automáticamente, o incluso de sistemas y modos «económicos» que mantienen a raya el consumo y el rendimiento del climatizador. Los climatizadores también han sido objeto de muchas mejoras en los últimos años, en la obsesión de los fabricantes por reducir los consumos de sus coches.
2. Abrir las ventanillas también aumenta el consumo
¿Por qué? Porque la aerodinámica de nuestro coche se ve afectada. Otro de los puntos que los fabricantes han intentado mejorar mucho en los últimos años ha sido el del perfeccionamiento de la aerodinámica, puesto que hacer coches que – hablando en términos coloquiales – «corten el viento» con mayor facilidad, redunda en menores consumos. Los Cazadores de Mitos se metieron en el jaleo de demostrar, empíricamente, si bajar las ventanillas consume más combustible que utilizar el climatizador, y al menos a 45 mph (72 km/h), se encontraron con que bajar las ventanillas consumía más combustible. Una vez más hay que tener en cuenta las peculiaridades del coche empleado, un gran SUV, en una prueba que generó bastantes dudas. Aún así, hacer de esta prueba una ley general, especialmente cuando hay que considerar otros factores, como circular en ciudad y autopista, es como mínimo demasiado atrevido.
Hace dos años también nos hacíamos eco de un informe del SAE que llegaba a una conclusión muy interesante. En dos vehículos tan diferentes, por su rendimiento energético y su aerodinámica, como un Toyota Corolla y un Ford Explorer, se encontraron con que las ventanillas bajadas eran más eficientes que el aire acondicionado a velocidades de hasta 121 km/h y 130 km/h, respectivamente.
De lo que sí podemos estar seguros es de que la aerodinámica a bajas velocidades, por ejemplo en ciudad, no es un factor determinante para nuestros consumos.
3. ¿De verdad merece la pena ganar unas décimas de litro?
El aire acondicionado, y su generalización, especialmente en regiones tan calurosas en verano como buena parte del territorio de España, ha sido uno de los mayores avances del automóvil en cuanto a confort y seguridad. ¿Por qué seguridad? Porque el calor también afecta, y mucho, al conductor, puede acentuar la fatiga al volante y jugarnos malas pasadas. Sea más eficiente o no, y teniendo aire acondicionado, ¿quién es capaz de circular por Sevilla con las ventanillas bajadas un 15 de agosto? Resulta ridículo, ¿no crees?
4. Alérgicos del mundo uníos… y cerrad las ventanillas
Siguiendo con el tema de la seguridad, hay otro factor muy importante para recomendar cerrar las ventanillas. Los climatizadores modernos, de contar con filtro anti-polen, son mucho más efectivos para retener el polen y los agentes dispersos en el aire que tanto nos fastidian a los alérgicos. Hablo por experiencia. Un viaje sufriendo los síntomas de la alergia no solo es incómodo, sino también peligroso. Hay estudios que aseguran que a 120 km/h un estornudo puede hacer que nos desplacemos entre 60 y 100 metros «a ciegas» (DGT). Lo creas o no, se han producido accidentes por culpa de estornudos. Y los antihistamínicos, especialmente los más potentes, pueden generar somnolencia y otros síntomas incompatibles con la conducción.
5. Aprende a utilizar la recirculación
Si la diferencia de temperatura entre el habitáculo y el exterior es muy alta, el equipo de aire acondicionado tendrá que trabajar al máximo rendimiento obteniendo aire del exterior, si activamos la recirculación, el trabajo que tendrá que realizar será menor, y por lo tanto, ahorrará energía. En cualquier caso lo deseable es un habitáculo bien ventilado, y la recirculación solo ha de utilizarse en situaciones muy concretas. Por ejemplo, para cambiar rápidamente la temperatura, puesto que el esfuerzo que exige al compresor es menor. También es recomendable utilizarlo en zonas en las que la calidad del aire no sea buena, un atasco, un túnel, o un parking. Incluso hay coches que se encargan de activar automáticamente la recirculación en estas situaciones.
En cualquier caso, y especialmente en estos tiempos en los que hemos revisado, forzosamente, todos nuestros hábitos, para aprender a convivir con una pandemia, es importante tener en cuenta los efectos negativos de la recirculación. Los expertos están recomendando desactivar la recirculación de los sistemas de climatización en espacios cerrados, y por lo tanto también vehículos, especialmente si no viajamos solos, por aumentar el riesgo de contagio. Estas recomendaciones parten del estudio pormenorizado de diferentes casos de contagio en espacios cerrados, como oficinas, restaurantes, o un autobús (ver reportaje en El País).
6. Conoce los trucos de tu coche
Existen modelos que cuentan con modos de conducción de ahorro, capaces de limitar el consumo del sistema de climatización. A veces estos modos de climatización ahorradora pueden seleccionarse sin modificar el modo de conducción del coche. Es una solución más para mantener a raya el consumo de combustible.
7. En días muy calurosos, ventila tu coche antes de subir a bordo y conectar el climatizador
No solo ayudará a que la temperatura a bordo sea más agradable, y gastemos menos combustible, sino también a aumentar la durabilidad del climatizador de nuestro coche. Intenta aparcar a la sombra, no te compres un coche negro (sí, son bonitos, pero por experiencia también sé que en verano puedes utilizar su capó como parrilla para hacer una barbacoa), abre las ventanillas unos minutos antes de salir de viaje. Incluso existen vídeos que nos enseñan trucos para ventilar rápidamente el habitáculo de un coche, como dejar abierta la puerta del acompañante y agitar con insistencia la puerta del conductor para desalojar el aire viciado y caliente, por el efecto invernadero, presente en el interior del vehículo.
Y lo dicho, ante todo sentido común…
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