España es un país invadido por las rotondas, ese artilugio que pretende ofrecer sencillez y seguridad, pero que como casi nadie cumple sus reglas de uso, acaba siendo más un estorbo que una verdadera ayuda para el tráfico. Sufriendo esta realidad en cada kilómetro que recorremos a diario, nos llega la buena noticia de que por fin se ha dado luz verde a la instalación de turbo rotondas en las carreteras españolas, obligando a conducir de otra forma muy distinta y prometiendo reducir drásticamente retenciones y accidentes.
Si hay algo que todo el mundo comparte en tanto al uso de rotondas, es que todo el mundo cree tener razón en cuanto al uso de las rotondas. Las rotondas tienen unas reglas preestablecidas que a la hora de la verdad todo el mundo ignora en pos de ser el primero en entrar y salir de ellas, poniendo en peligro al resto de usuarios y siendo la principal causa de numerosos accidentes en estos escenarios. Lo mejor de todo, y tras innumerables campañas para promover el correcto uso de las rotondas, es que todavía hoy todos tienen su propia versión de como usar las rotondas.
Pero desde Holanda llegó una idea un poco «loca» que suponía una contundente evolución sobre las rotondas originales. Partiendo de un diseño similar, las turbo rotondas basan su funcionamiento en el diseño específico de carriles y zonas de salida, obligando a que los usuarios empleen correctamente las turbo rotondas sin opción alguna a debate. Lo que pretende este diseño es eliminar los carriles exteriores obligando a su adopción antes de introducirse en la turbo rotonda, un hecho que permite la desaparición de esa ralentización y posibilidad de choque en el interior de las rotondas convencionales.
La primera turbo rotonda instalada en nuestro país está en Asturias, siendo la primera que se instala de este tipo para inaugurar una apuesta a gran escala por la introducción de turbo rotondas en todo el territorio. Quién sabe, a lo mejor dentro de poco tu calle recibe la llegada de una turbo rotonda.
Fuente: Antena 3
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