¿Poner límites de velocidad en un circuito? ¡Menuda estupidez! Es fácil pensar así. La imposición de límites de velocidad en un trazado pensado única y exclusivamente para romper los límites puede parecer absurdo. Pero no lo es. Hemos de asumir que un circuito por naturaleza es peligroso, que el respeto por las máquinas que conducimos debe extremarse. Y la muestra la tenemos en el accidente que se produjo el pasado fin de semana en el Jarama. El Nordschleife de Nürburgring, para más inri, es un trazado larguísimo, con tramos especialmente delicados. Razón por la cual campeonatos como la Fórmula 1 lo abandonaron hace tiempo. Y ha sido esa peligrosidad la que ha llevado a la administración del Nordschleife acaba de instalar algunos límites de velocidad en el trazado. Los mismos radares que podrían cargarse el reto de pilotos y fabricantes por batir un récord de vuelta rápida.
¿Por qué ahora? Este año se produjo un desgraciado acontecimiento durante la primera cita del VLN. El Nissan GT-R GT3 pilotado por Jann Mardenborough despegó en la zona conocida – irónicamente – como Flugplatz, el aeródromo. Con tan mala suerte que el coche se precipitó contra las vallas acabando con la vida de un espectador, e hiriendo a otros dos. Ese suceso llevó a prohibir a los GT3 en el Nordschleife.
Y en estos momentos, quizás con el ánimo de presentar un lavado de cara ante la opinión pública, el Nordschleife contará con nuevos límites de velocidad en diferentes zonas, incluido el tramo rápido del Flugplatz en el que habrá dos secciones limitadas a 200 y 250 km/h.
De momento no está muy claro qué sucederá con estos límites. Ni los propios pilotos que trabajan en el circuito como chóferes oficiales de los «Ring-Taxi» (ver Bridge to Gantry, responsables de la imagen que ves más arriba) lo tienen claro. Pero todo apunta a que estos límites van a imponerse, y no solo en los días de «puertas abiertas» para el público general, sino también en los días reservados para la industria. Recordemos que Nürburgring es probablemente el circuito más utilizado por los fabricantes para poner a punto sus máquinas y, como vemos continuamente, enzarzarse en guerras sobre vueltas rápidas que a priori habrían de demostrar que un deportivo es mejor que otro.
Como fan que se traslada hasta el circuito para disfrutar conduciendo en la meca del petrolhead, la decisión apenas te influye. Salvo por el hecho de que los límites han de respetarse. Y aunque no sea común que la organización esté con radares midiendo la velocidad, su incumplimiento conllevaría bandera roja, expulsiones, multas económicas, etcétera. No es ninguna tontería.
En el caso de los fabricantes existe preocupación. En la web de la película sobre Koenigsegg (Apex The Movie) contaban que Christian von Koenigsegg está preocupado por estos nuevos límites de velocidad que podrían cargarse por completo uno de los planes para los cuales se han estado preparando durante los últimos años, el de batir todos los récords de velocidad con su nuevo Koenigsegg One:1.
Nosotros seguimos pensando que el tema de batir un récord de velocidad en Nürburgring no es demasiado relevante. Aunque la lucha existente entre fabricantes sea divertida, nos deje imágenes espectaculares y genere controversias en el sector, no nos parece un verdadero argumento de ventas. En el vídeo que ves más arriba, del récord del Lamborghini Aventador SV en Nürburgring que os presentamos hace unos días, este deportivo italiano llega a más de 250 km/h a la zona de Flugplatz (ahora limitada a 200 km/h), y en el siguiente tramo roza los 300 km/h antes de llegar a la frenada (en una zona ahora limitada a 250 km/h).
Quizás debamos preguntarnos si es necesario imponer estos límites a los turismos, de calle, que llegan a Nürburgring. ¿Tiene sentido? ¿Podrían sufrir problemas parecidos a los del GT3 del VLN? Lo que sí tenemos muy claro es que Nürburgring no solo es un circuito perfecto para los fabricantes a la hora de poner a punto sus coches, sino también a la hora de enfrascarse en batallas, en pruebas y vueltas rápidas que para ellos suponen una inversión importante (con retorno) en publicidad. Una inversión que también supone unos ingresos importantes para el circuito. De manera que, ¿no estarían tirando piedras contra su propio tejado?
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