Renovarse o morir. Es el gran dilema al que se enfrentan los fabricantes de relojes más populares, fabricantes como Swatch, una compañía suiza que desde los años ochenta se ha erigido como el adalid de una nueva generación de relojes suizos económicos. Y ahora, en un momento en que el reloj vuelve a estar en boca de todos gracias a los smartwatch, Swatch se enfrenta a una difícil situación, la de competir con fabricantes tecnológicos a priori más avanzados en su campo. ¿Y qué tiene que ver esto con los coches? ¿Cómo va a competir Swatch con rivales como Apple y Samsung? En Swatch lo tienen claro, revolucionando las baterías.
En Swatch tienen un plan infalible, pero también muy complejo. Swatch quiere que los clientes de sus nuevos smartwatch se olviden de recargar la batería, un gran problema que complica la utilidad y comodidad de esta nueva generación de relojes inteligentes. Esa fue una de las razones que durante mucho tiempo esgrimió Nick Hayek, CEO de Swatch, para que su compañía no entrase en la batalla tecnológica del smartwatch.
Pero la locura tecnológica a la que asistimos, especialmente tras la presentación del Apple Watch, ha llevado a Swatch a entrar en este negocio, a regañadientes, y con un producto que no creen que aporte un cambio cualitativo a sus clientes, pero que a fin de cuentas es un producto que Swatch debía comercializar (Bloomberg).
Swatch, que en los últimos años ha registrado numerosas patentes, a menudo sin relación alguna con al relojería, ya trabaja en sistemas de baterías que podrían conseguir que la autonomía de un smartwatch crezca notablemente. Apple anuncia un producto con una autonomía de 18 horas. Swatch sueña con un reloj que goce de una autonomía de hasta seis meses, y como bien ha reconocido Nick Hayek, el fabricante que lance un producto de este tipo, que cambie las reglas del juego, será el que conquiste el mercado.
Swatch habría trabajado en sistemas de baterías que mediante el uso de nuevos materiales no solo revolucionarían la tecnología de estos relojes inteligentes, sino también al coche eléctrico. El objetivo de Swatch es convertirse en un fabricante líder de baterías, y eso implica expandir tu negocio, apostar por sectores en auge como el del coche eléctrico, apostar por una producción de gran volumen para reducir los costes, que suponemos será importante, y convertirte en un suministrador de marcas con las que directamente no estás compitiendo.
Esa misma tecnología de baterías de larga autonomía que Swatch estrenará en sus relojes podrá aplicarse en coches eléctricos, y Swatch ya ha anunciado su presentación el próximo año en colaboración con su socio tecnológico, Belenos, y el fabricante Renata (Reuters).
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