Era el año 1999 y la fiebre estadounidense por los SUV estaba en su apogeo. ¿Pero ahora siguen siendo amantes de los SUV, verdad? Sí, pero prefieren crossovers, frente a monstruos con chasis comerciales y más de seis metros de longitud. El más grande era el Ford Excursion, un gigantesco todoterreno de siete plazas basado en la Ford F-250, que llegó a estar equipado con un motor turbodiésel de 7,3 litros. Una bestia que John Hennessey echa de menos, y que ha decidido rescatar con su F-250 VelociRaptor SUV. Volvemos a 1999.
De nuevo, es un coche basado en las Ford F-250. Como Hennessey es de Texas, lo quiere todo grande. Parte de la base de una F-250 de batalla larga, con el motor de serie más grande posible: un 6.2 V8 que desarrolla 411 CV de serie. Con la ayuda de un compresor volumétrico y varias modificaciones mecánicas, lleva su potencia hasta unos tremendos 650 CV. Si no quieres dejar tu sueldo cada vez que repostas combustible puedes optar por un motor más razonable. Un 6.7 V8 PowerStroke, uno de los turbodiésel más potentes del mundo.
Hennessey no lo deja de serie, llevando su potencia hasta los 440 CV, momento en el que desarrolla la tremenda cifra de 1.200 Nm de par motor. Como lo oyes. Pero la verdadera modificación tiene lugar en su exterior: donde estaría una caja de grandes dimensiones ahora hay carrocería, de formas cuadriculadas. Con un aspecto muy práctico, es como si Ford no hubiese dejado de producir los Excursion hace años. En su interior puede albergar tres filas de asientos, con capacidad de hasta ocho pasajeros.
Además, tendrá un maletero de dimensiones hercúleas. Exteriormente, el coche monta unas llantas de unas 18 o 18 pulgadas, envueltas en neumáticos off-road y montadas sobre una suspensión elevada. En el frontal y en la zaga equipa paragolpes de calibre industrial, con un winch incluido en la parte delantera del coche. Supongo que si vives en Texas y tienes mucho dinero disponible te puedes permitir uno de los SUV más excesivos del planeta, con el que te puedes llevar a toda tu familia a destruir ecosistemas.
Fuente: Autoblog
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