Si algo hemos aprendido en los últimos años es que el éxito de los SUV y los crossover solo podía producirse a costa de algún segmento. Y los más damnificados, con diferencia, están siendo el sedán y el monovolumen. El Citroën C5 pende de un hilo en Europa, y como veremos a continuación los SUV no son los únicos culpables de ello. Tener un sedán de referencia ha dejado de ser la prioridad de muchas marcas, que han encontrado la gallina de los huevos de oro en el lanzamiento de un SUV atractivo a nivel estético, y como mínimo aceptable en todo lo demás. Con eso, y un buen marketing de por medio, cualquier SUV puede convertirse en el modelo más vendido de una marca. La prueba la tenemos en el reportaje que publicamos hace unos meses bajo un título tan explícito como SUV-dependencia.
Automotive News Europe nos contaba que Linda Jackson, CEO de Citroën, había reconocido que el Citroën C5 tiene futuro en China. El gigante asiático demanda vehículos de tipo sedán, con una larga tradición en el país y una cuota de mercado y unas cifras lo suficientemente importantes como para que muchas marcas desarrollen productos de este estilo específicos para China.
En cualquier caso, Linda Jackson también habría transmitido la pregunta del millón «¿Hay una oportunidad (para el Citroën C5) en otros mercados? Desconozco la respuesta».
Linda apuntaba en la que probablemente sea la dirección correcta: «Al mirar al mercado, ciertamente ves cómo este segmento está reduciéndose significativamente y siendo ocupado por los SUV».
El Citroën C5 redujo sus ventas en Europa en 2014 en un 27% (según JATO Dynamics). Su segmento se habría visto reducido en un 37% desde 2011. En cambio los SUV aumentaron su cuota de mercado en un 21% en Europa en 2014.
Hay otra razón para pensar que el Citroën C5 no tiene futuro, lo cual no deja de ser sorprendente para una marca que siempre ha dispuesto de productos de este tipo, y muy competitivos, en los que seguro estarás pensando en estos momentos. Tavares, CEO de PSA Peugeot Citroën, ya nos avanzó en su plan Back in the Race que habrá un importante recorte de modelos. Y a juzgar por los lanzamientos que hemos visto en los últimos años, Peugeot se centrará en la faceta del fabricante premium con una relación calidad / precio inmejorable, DS en el ámbito más chic y cercano a lo premium, y Citroën hará lo propio con productos más alternativos e innovadores, como el Citroën C4 Cactus. De manera que con un Peugeot 508 muy competitivo, es probable que el Citroën C5 acabe diciendo adiós, y evitando un relevo generacional, para quedarse fuera de esa gama limitada a 26 productos que tal y como anticipó Tavares veremos en 2020.
En Diariomotor: Back in the Race, Tavares acelera la reinvención de Citroën y Peugeot con un importante recorte de modelos