BMW ha llevado a cabo en el sur de Francia un evento llamado Innovation Days. Se trata de un evento en el que presenta las últimas tecnologías de propulsión alternativa desarrolladas por el Grupo BMW. Una de las principales novedades ha sido la presentación de dos prototipos propulsados mediante una célula de combustible de hidrógeno. Una célula de combustible que ha sido desarrollada en colaboración con Toyota, que esta semana ha puesto a la venta en Estados Unidos el Mirai de producción, también propulsado por hidrógeno.
Tecnología funcional, montada en un i8 y en un Serie 5 Gran Turismo
La tecnología de célula de combustible de hidrógeno estrenada por estos dos BMW no es revolucionaria en su concepto, pero sí es una gran novedad en BMW. Recordemos que hace años BMW produjo varios prototipos del BMW Hydrogen 7, que empleaban un sistema de propulsión diferente: basados en el BMW 760i, inyectaban el hidrógeno en los propios cilindros de un motor que desarrollaba unos 260 CV de potencia. La propulsión es ahora 100% eléctrica, gracias a la energía generada por la célula de combustible.
Pensad en la célula de combustible como un pequeño generador, que mediante una reacción química natural entre hidrógeno y oxígeno genera electricidad, emitiendo como resultado únicamente vapor de agua. La célula de combustible es un dispositivo de pequeño tamaño, mucho más pequeño y ligero que un motor de combustión interna o las baterías de un vehículo eléctrico. Esa electricidad alimenta un motor eléctrico que es el que finalmente mueve las ruedas del coche. Una batería de alto voltaje actúa como acumulador intermedio.
Tanto el Serie 5 Gran Turismo como el i8 presentados son coches eléctricos, alimentados por la electricidad generada por el hidrógeno. Este hidrógeno se almacena en tanques de alta resistencia construidos en plástico reforzado por fibra de carbono, un estándar de la industria donde el hidrógeno se almacena a 700 bares de presión. Este depósito tipo túnel se encuentra entre ambos ejes del vehículo. BMW ha patentado un segundo depósito a mitad de presión, gracias a un almacenamiento del hidrógeno a baja temperatura.
El motor eléctrico que propulsa ambos coches es compacto y desarrolla 245 CV de potencia. No hay datos prestacionales, pero su potencia equivale por ejemplo a la del motor 2.0 TwinPower Turbo de los BMW 328i, sin ir más lejos. No hay nada especial acerca del Serie 5 Gran Turismo, pero sí merece la pena reseñar el BMW i8 sobre el que también se ha montado este propulsor. Es un prototipo de preproducción que data de 2012, y resulta tanto o más futurista que el actual BMW i8, con esas llantas semicarenadas y carrocería mate de fibra de carbono.
BMW ha actualizado su estética con un frontal diferente al del actual BMW i8 y una nueva zaga, que anticipa la posible dirección estética de BMW en el corto plazo. Este prototipo también demuestra también la viabilidad de la estructura LifeDrive del BMW i8, que se puede adaptar sin complicaciones a diferentes esquemas de propulsión.
Fuente: BMW
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