Ahora que el Grupo Fiat se ha dejado por fin de palabras, y ha pasado a la acción, ahora que la resurrección de sus grandes marcas, empezando por Alfa Romeo, se ha confirmado, queremos más. El Alfa Giulia nos ha emocionado, pero eso no sería más que la punta del gran iceberg que sea aproxima y que apunta directamente a la línea de flotación de aquellos fabricantes premium que han triunfado en Europa durante los últimos años sin oposición italiana. Y en un momento de emoción y excitación como este, en las altas esferas del Grupo Fiat ya se estaría hablando del regreso de otro icono (según cuenta Autocar.co.uk). Su nombre: Lancia Delta Integrale.
En los últimos años, Lancia ha sido el patito feo del Grupo Fiat. La estrategia comercial, enfocada hacia un diseño chic un tanto discutible, y la amortización de los productos Chrysler, ha desdibujado por completo a una marca que antaño era sinónimo de algo más que calidad y diseño, era sinónimo de prestaciones y deportividad. Si la historia hubiera sido más justa con Lancia, quizás hoy en día no estaríamos hablando de un Alfa Giulia con motor V6 turbo y origen Ferrari, y sí del regreso de un Lancia Thema con motor Ferrari, como aquel 8.32 de los años ochenta.
Para hablar de prestaciones y deportividad, podríamos remontarnos a aquellos años en que Lancia era sinónimo de Fórmula 1, hasta que la Scuderia Ferrari se hizo con todos los honores. Pero sobre todo podríamos hablar de rallys, de los Grupo B, del 037, del Stratos y, sobre todo, del Lancia Delta original. ¿Qué daríamos por asistir al regreso de un coche como este?
Sergio Marchionne, CEO del Grupo Fiat Chrysler Automobiles, se ha mostrado más preocupado por la recuperación de la imagen y el simbolismo de Alfa Romeo que por reinventar a Lancia, que espera con calma mientras se le suministran cuidados paliativos. Lancia resiste a duras penas, básicamente recibiendo el oxígeno justo de la mano de la enésima edición especial del Ypsilon.
Es injusto, seguro que sí, pero no tenemos muy claro que en el panorama que se está dibujando, el de afianzar a Alfa Romeo como una alternativa seria a las premium alemanas, haya sitio para un Lancia Delta Integrale, que se las vería directamente con el Alfa Giulietta. El mercado que se encontraría tampoco tendría nada que ver con aquel compacto que se fraguó a finales de los años setenta, para más tarde, y ya en los ochenta, amortizar la inversión en competición para satisfacer a propios y extraños con los HF, los Integrale 8v y 16v, y hasta los Evoluzione. Bestias que hoy en día han mantenido su halo, hasta convertirse en deseados, y cotizados, objetos de deseo.
En Diariomotor Competición: Coches de competición para recordar, Lancia