La tecnología híbrida y enchufable se ha convertido en la nueva punta de lanza de la eficiencia de los fabricantes premium alemanes. Del gran sedán híbrido, la tecnología se trasladó a los SUV, y de los SUV, ahora pretende estrenarse en modelos de dimensiones compactas. Desde Múnich, los ingenieros ya están trabajando en el próximo BMW Serie 2 Active Tourer plug-in hybrid, un nombre demasiado largo para recordarnos que es un monovolumen compacto, híbrido, y enchufable, es decir, que goza de autonomía eléctrica suficiente como para realizar algunos trayectos en modo eléctrico puro, sin consumir una gota de combustible. De momento no es más que un prototipo, pero en cualquier caso hemos de ser conscientes de que este modelo está prácticamente listo para llegar a los concesionarios. Salvo sorpresa, BMW debería mostrárnoslo muy pronto en su versión definitiva.
¿Por qué es tan importante a nivel técnico? Para empezar, se trataría de la primera aplicación que hará BMW de esta tecnología en una configuración de motor delantera y posición transversal. Estará dotado de un motor de tres cilindros y tecnología TwinPower Turbo, que trabajará directamente proporcionando tracción al eje delantero. Hablamos de un motor de 1.5 litros de desplazamiento, 136 CV de potencia y 220 Nm.
A la salida del cigüeñal, nos encontraremos con un motor/alternador, que ayudará a generar energía aprovechando la inercia, por ejemplo cuando descendamos una pendiente y soltemos el acelerador; aumentará el empuje en 15 kW y 150 Nm en aceleraciones intensas; y hará las veces de motor de arranque, para que el arranque y detención del motor térmico sea más suave. En cualquier caso, el motor eléctrico más importante lo tenemos en el eje trasero.
Gracias a esta suerte de hibridación, el BMW Serie 2 Active Tourer plug-in hybrid gozaría de tracción a las cuatro ruedas sin necesidad de establecer una conexión física, mediante un eje de transmisión, entre el tren delantero y el trasero. Para ello, este monovolumen contará con un motor eléctrico en el eje trasero que dispone de una transmisión eléctrica de dos velocidades, 65 kW (88 CV) de potencia y 165 Nm. La gestión de la tracción y esta transmisión eléctrica, es automática, de manera que gracias a los modos de conducción de BMW, sea el coche el que decida en qué momento ha de trabajar el motor térmico, el motor eléctrico, o ambos a la vez, para maximizar el rendimiento, o maximizar la eficiencia.
Lo más interesante está en el hecho de que este monovolumen sea capaz de recorrer hasta 38 kilómetros en modo eléctrico puro, y de alcanzar velocidades de hasta 130 km/h sin necesidad de que el motor térmico entre en funcionamiento. Para ello, el cliente podrá recargar las baterías de su coche enchufándolo a una toma de corriente convencional. BMW asegura que con esta adaptación híbrida su monovolumen no habría visto sacrificado el espacio, ni para los pasajeros, ni para la carga. Las baterías se habrían situado debajo de los asientos traseros.
En definitiva, estaríamos ante una alternativa mecánica eficiente, y ahorradora, pero también muy rápida. Con un 0 a 100 km/h en 6.5 segundos, es una décima más rápido en el sprint que un BMW 225i Active Tourer con motor de cuatro cilindros y 231 CV. Lo cual no está nada mal.
Fuente: BMW
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