A subasta un Land Rover Defender único con 12 plazas

Classic Car Auctions pone a subasta uno de los Land Rover Defender más especiales jamás creados. Con el pretexto del fin de la producción del icónico todoterreno inglés, venden este 1983 Land Rover 110 County Station Wagon V8 como una de las mejores inversiones en la marca, un coche que seguro se apreciará. Dejando a un lado burbujas y comentarios que tratan a los coches como productos financieros, es hora de que conozcamos a un Defender muy especial, con 12 plazas y un potente motor V8 como alma máter.

Se puede subir a su techo mediante una escalera de aluminio, ideal para picnics en el campo.

Este Land Rover Defender 110 de batalla larga fue una de las primeras unidades producidas de la serie 110, que supuso una importante mejora de la plataforma original del Land Rover Defender. Algunos consideran a los 90 y 110 fabricados a partir de 1983 una generación diferente. Basado en un 110, fue matriculado el 1 de enero de 1984, y tiene varias características que lo hacen especial. En primer lugar, tiene doce plazas, repartidas en cuatro filas de asientos que llenan su interior hasta su extremo físico.

Bajo su capó late un motor 3.5 V8 con 113 CV, el mítico «Rover V8» construido en aluminio que los Range Rover de la época equipaban. El robusto ocho cilindros estaba asociado a una caja de cambios manual con reductora, montada de una forma más ergonómica en esta precisa unidad. Su chasis estaba galvanizado y su dinámica estaba más cuidada, con una puesta a punto más dinámica dentro de lo que un Defender permite en este aspecto. Se cree que este coche era una unidad de preproducción o incluso un coche de prensa.

Desde su restauración, esta unidad no ha llegado a recorrer más de 100 millas. No sea que se ensucie, o algo.

Se tiene la constancia de que es un coche único y muy pocas unidades siquiera similares habrán sido fabricadas. Además, está completamente restaurada. Solo ha completado 100 millas desde su restauración, en la que no se ha escatimado una sola libra esterlina. Su carrocería ha sido pintada en el exclusivo color Rolls-Royce Nutmeg Brown y se han aplicado los vinilos originales. Sus llantas también han sido restauradas, y sus asientos retapizados en su tapicería original, hoy casi imposible de conseguir.