¿Te imaginas lo cómodo que sería acudir a una cita en coche, bajarte de él a la entrada del parking, y que este se mueva solo, sin conductor, hasta la correspondiente plaza de aparcamiento? ¿Y si además tu coche fuera eléctrico, y aprovechase para «enchufarse» y cargarse mientras estás reunido? Volkswagen quiere acabar con el trabajo de aparcacoches, o al menos aprovechar la coyuntura tecnológica para complementarlo con soluciones mucho más eficientes en tiempo y economía. Volkswagen se ha propuesto convertirse en el referente del aparcamiento autónomo y la carga de vehículos eléctricos. Y no hará falta que os digamos lo que sucede cuando el gigantesco grupo automovilístico alemán se propone algo.
Volkswagen habría unificado el desarrollo de sistemas de carga más avanzados, con la automatización del aparcamiento, dos aspectos que, aún pareciendo alejados entre sí, tienen una estrecha conexión. Volkswagen nos habla de una combinación de sistemas adaptados a coches conectados, y sistemas en la infraestructura del propio parking.
Pero en esencia se basará en coches con un funcionamiento autónomo limitado (que al menos podrán desplazarse sin conductor en un parking, que en tanto recinto privado, entraría dentro de las limitaciones que actualmente la ley impone a que un coche pueda moverse sin conductor) y en sistemas de recarga de vehículos eléctricos por inducción, sin necesidad de conectar cables.
Para explicar su funcionamiento lo mejor es mostrar un caso de uso. El conductor llega al parking, detiene su coche la puerta, en una zona de «recogida para aparcacoches». Pero no hay aparcacoches. El vehículo ya contaría con la información sobre la distribución del parking en su software. Eso, unido a sistemas de radar y cámaras, permitiría que nuestro coche fuera capaz de dirigirse hasta su plaza de aparcamiento sin rozar con las paredes, o con una columna, y detectando a peatones y ciclistas para evitar atropellos. Según Volkswagen, habrían diseñado un sistema con gran capacidad para reconocer obstáculos. Tened en cuenta que este desarrollo se ha realizado de manera que pueda prescindirse de GPS, en tanto estos recintos privados pueden tener problemas para mantener la señal de los sistemas de geoposicionamiento.
A partir de ese momento, el coche buscaría una plaza de aparcamiento libre y esperaría a nuestra llegada. Si se tratase de un coche eléctrico, comprobaría si existe un punto de recarga libre, en cuyo caso se dirigiría hasta él. Al tratarse de un sistema de recarga por inducción, no requeriría enchufarse a una toma eléctrica. Y en el momento en que su carga se hubiera completado, automáticamente desalojaría el punto de recarga para buscar otro aparcamiento y dejar libre el aparcamiento para coches eléctricos, para que otro vehículo recargue sus baterías.
Lo más interesante es que no estamos hablando de ninguna tecnología de ciencia ficción. Volkswagen y sus seis socios, que incluyen a diferentes universidades internacionales, disponen de la tecnología con la que podría llevarse a cabo este aparcamiento automatizado. El sistema además funcionaría aprovechando la red de sensores que ya utilizan los coches modernos, radares y cámaras. Ahora solo queda salvar un último escollo, ponerlo en práctica en un parking – a modo de prueba piloto – para estudiar su implementación en entornos reales.
Fuente: Volkswagen
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