Hace tiempo os hablamos de la Honda RC213V-S de calle, prácticamente una Moto GP matriculable, creada con una enfermiza atención al detalle. Sin embargo, un aspecto criticado de la misma era que no disponía de las válvulas neumáticas o el freno de carbono de la Moto GP de competición. La Ronax 500 que os presentamos hoy viene desde Alemania, y también es una Moto GP de calle, pero creada pensando en los años 90. Una moto con motor de dos tiempos y 160 CV de potencia. Una máquina de la que Mike Doohan estaría orgulloso.
La construcción de la Ronax 500 es idéntica a la de las Moto GP de antaño. Un chasis de aluminio soldado a mano es el corazón de la moto, con un impresionante motor V4 actuando de elemento autoportante. El motor de cuatro cilindros en V emplea inyección de combustible y electrónica moderna, pero su funcionamiento es de dos tiempos. Es un motor explosivo, agudo, enfadadísimo. Desarrolla a partir de sólo medio litro de cilindrada la tremenda potencia de 160 CV a 11.500 rpm. Hablamos de 320 CV/litro de potencia específica.
Con ese dato el cuerpo ya se nos queda temblando. Más aún cuando oímos rugir a esta bestia, con sus cuatro colas de escape, humeando aceite recién quemada. Dos colas están montadas bajo el colín, las otras dos en el lateral derecho de la moto. El carenado de la moto imita perfectamente a las GP500 de los años 90, con bastantes ángulos rectos y un carenado frontal simple, pero muy efectivo. Por supuesto, el carenado al completo está construido en fibra de carbono, con las técnicas más modernas del momento.
Una óptica LED se esconde en la toma de aire tipo ram-air del motor, en posición central. Recordemos que es una moto matriculable para su uso en carretera, aunque los pilotos más experimentados preferirán darle un uso más intenso en circuito. Es en circuito donde esta moto nos permite emular a Crivillé o Doohan, con un peso en vacío de sólo 145 kg que le da unas prestaciones absolutamente enloquecedoras. La Honda RC213V-S pesa en vacío 170 kg en su versión estándar. La equipada con el paquete de circuito pesa 160 kilos en vacío.
Unoss Brembo Monoblock con discos de 320 mm actúan como principal medio de frenar a esta bestia parda, mientras que una horquilla delantera Öhlins USD y un monoamortiguador trasero Öhlins TTX pone la guinda a una parte ciclo de primer nivel. De construcción artesanal, no se mencionan ayudas electrónicas al pilotaje, por lo que no se trata ni mucho menos de una máquina apta para todos los públicos. Solo los pilotos más adinerados podrán permitirse pagar su precio, que arranca en nada menos que 100.000 euros.
No olvides verla y escucharla en acción.
Fuente: autoevolution
En Diariomotor: Una Moto GP de calle: ¿pagarías 188.000€ por la Honda RC213V-S?
