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5 obstáculos que encontrarás para comprar un coche gasolina

¿Vas a comprar un coche con motor gasolina y no es un deportivo? Para empezar, debes aguantar a algunos familiares y amigos diciéndote que «es una locura», que sus turbodiesel gastan 5 l/100 km y que no le da ningún problema. «Y eso que le hago casi 10.000 kilómetros al año». El boom del TDi allá por el principio de la pasada década no ha cesado. Las mecánicas diesel ocupan desde entonces, aproximadamente, entre el 65% y el 70% de las ventas de turismos. La dieselización se ha debido a una mezcla de moda, el auge de vehículos de grandes dimensiones – SUVs y monovolumenes – una fiscalidad que les favorece y una mala información de los clientes como bien podemos comprobar en el reciente artículo de mi compañero Sergio Álvarez.

Estos son los obstáculos que probablemente encontraréis si decidís ir en contra del mercado y comprar un coche gasolina.

1. La gama es mucho más reducida

El mercado manda y las marcas se adaptan a él. Han pasado varios años para que las marcas inviertan en mejorar el rendimiento de sus mecánicas gasolina. Aún así, si buscas una berlina generalista con motor gasolina, es probable que tengas menos opciones de potencia donde elegir.

El mercado manda pero la decisión de compra debe ser totalmente objetiva.

Un ejemplo claro es el Peugeot 508, con sólo una oferta de potencia en gasolina – con 156 CV – respecto a las cuatro diesel. Es cierto que hablamos ya de un automóvil con grandes dimensiones pero si el posible cliente realiza 8.000 kilómetros en su mayoría por autovía, no amortizará ni a medio plazo la diferencia de 1.400€ más los gastos extras de mantenimiento y seguro que cuesta el diesel HDi 150 CV a igualdad de equipamiento

2. Soportar a comerciales que quieren venderte un diesel

Desde luego que no se puede generalizar y es un aspecto que está mejorando pero seguimos encontrando a vendedores de coches que no asesoran respecto a las necesidades del cliente sino al stock del modelo que le interesa. Como veremos en el último obstáculo, si el mercado quiere diesel, el stock mayoritario será diesel.

No, no es un engaño. Te intentarán convencer con virtudes reales de los coches que funcionan a gasoil: menor consumo y una depreciación menor que el equivalente en gasolina. Pero ¿y el dinero que cuesta de más? ¿Y si las restricciones para entrar en el centro de las grandes ciudades se hacen realidad? No es demagogia, puede pasar.

3. Es difícil que puedas probar el coche que quieres con un motor gasolina

Siempre recomiendo probar el coche en el que uno está interesado para evitar sorpresas posteriores. Es una compra importante y aunque las pruebas dinámicas son breves, pueden ser suficientes para inclinar la balanza a un lado o a otro.

Si 7 de cada 10 personas que entran por la puerta de un concesionario están interesados en comprar un motor diésel, es lógico que los coches de prueba lleven esa misma motorización. Lo ideal es que dispusieran de al menos un vehículo con cada motor de la gama pero es algo que los concesionarios ven inviable económicamente, más aún en estos tiempos en que los margenes de beneficio son tan bajos.

4. Precio, en algunos casos superior el mismo modelo en gasolina

En algunos casos, debido a ediciones especiales con mucho equipamiento o a promociones especiales de liquidación de stock, te saldrán más caro un gasolina – a igualdad de equipamiento – que un diésel.

Es tentador que una versión diésel cueste menos que una gasolina. Puede ser una buena opción

Por ejemplo, el BMW Serie 3 previo al reciente restyling que ha experimentado. Las versiones diésel tenían ediciones especiales de equipamiento que quedaban a un precio muy atractivo, las de gasolina, no. A igualdad de equipamiento, un 316i de 136 CV gasolina salía casi 3.000€ más que el 318d de 143 CV.

En estos casos, a menos que no te guste la conducción de un motor alimentado por gasóleo, es una opción económicamente recomendable. La depreciación de un modelo diésel es muy inferior a un gasolina por lo que, gustos aparte, es una compra inteligente.

5. No hay stock, toca esperar

Como decía al principio, el mercado manda. Los concesionarios arriesgan su dinero pidiendo unidades a fábrica y tenerlas disponibles para entrega inmediata. Si el mercado pide por ejemplo, compactos con motor diésel y de color blanco, negro o plata, esos serán los que estén en stock.

Si por tus necesidades y gustos te has decidido por un coche gasolina y has superado los cuatro primeros obstáculos, enhorabuena y paciencia. El pedido a fábrica suele tardar unos tres meses pero es mucho mejor esperar por una compra acertada que precipitarse para estrenar coche lo antes posible.

En Diariomotor: Desmontando mitos: ahorraré más, porque es diésel y gasta menos

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¡Muy bueno!

Juanma Nuevo

Me gustan los coches desde que tengo uso de razón. Primero coleccionaba cromos, después me estudiaba las revistas y desde que llegó Internet no hay día que no me actualice sobre las novedades del motor. Seguir leyendo...

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