Sucedió ayer mismo en Ourense. A primera hora de la tarde, la guantera de un antiguo Citroën CX comenzó a arder tras producirse un incendio en la batería de un teléfono móvil. Su propietario llamó inmediatamente a los bomberos, aunque por suerte no tuvieron que intervenir. Al llegar al lugar en el que se encontraba aparcado el coche, el propietario ya había lanzado su teléfono móvil a una papelera cercana, la prueba del «delito» y la causa de un incendio que por suerte solo causó algunos daños en el salpicadero y el asiento del acompañante. Aunque evidentemente, de no haberse percatado a tiempo de lo que estaba sucediendo, es probable que el coche hubiera quedado completamente destruido. ¿Por qué comenzó a arder la batería de este teléfono móvil?
Hacía tiempo que los casos de combustión espontánea en baterías, de teléfonos móviles, portátiles, tablets, etcétera, habían dejado de ser actualidad. Hubo un momento en que aquellos vídeos y fotografías que surgían en internet, mostrando gadgets calcinados, se convirtieron en virales. Quizás sea cuestión de modas. En las últimas semanas han tenido más popularidad los supuestos chips espía de Samsung (que obviamente eran un fake). Pero lo cierto es que la problemática, aunque sigas pensando que el hecho de que una batería pueda arder, o explotar, sea un bulo, sigue estando presente.
Y eso es probablemente lo que sucedió en el caso de este Citroën CX aparcado en Ourense. Las altas temperaturas que se han alcanzado en los últimos días, con las últimas olas de calor, y la delicadeza de las baterías portátiles, formaron un cóctel ardiente (perdón por la licencia), en este coche.
Sí, las baterías arden. Pueden arder por diferentes factores, como un problema de construcción, pero sobre todo cuando se enfrentan a temperaturas muy elevadas. Según la Fire Protection Research Foundation de los Estados Unidos (puedes leer su informe aquí), basta con que una batería de litio se enfrente durante un tiempo prolongado, de horas, o incluso minutos, a temperaturas entre 70ºC y 90ºC, para que esta comience a arder. También existe la posibilidad de que esta estalle o despida gases y fluidos procedentes del electrolito presente en su interior.
En verano, un coche aparcado al sol puede alcanzar temperaturas que perfectamente superen los 60ºC. Un teléfono móvil que no funcione correctamente, o esté sujeto a un uso intenso, o a procesos como la carga de la batería, también puede hacer que su batería eleve por sí misma su temperatura por encima de los márgenes que se consideran seguros para el dispositivo.
Según los hechos que relata La Voz de Galicia, un teléfono móvil chamuscado, y los daños que se produjeron en la guantera, serían la prueba irrefutable para los bomberos de que el teléfono móvil fue el causante del incendio de este Citroën CX en Ourense. El propietario del coche logró evitar daños mayores lanzando el teléfono fuera del coche. Y tuvo la suerte de llegar a tiempo. Pensad del riesgo que corrió este coche, especialmente si tenemos en cuenta que en la guantera también guardamos habitualmente objetos de fácil combustión, como la documentación del coche o el manual de servicio.
La posibilidad de que se produzca un incendio en tu coche no es la única que te debe animar a no dejar tus gadgets en él. Las altísimas temperaturas que se generan en el habitáculo de un coche, aparcado al sol en verano, generalmente no provocan incendios en teléfonos móviles. Pero sí es muy común que se produzcan daños muy graves en la electrónica o las pantallas. Piensa que fabricantes como Apple no recomiendan que sus iPhone se enfrenten a temperaturas superiores a los 45ºC.
Fuente: La Voz de Galicia
En Diariomotor: