Verano. Calor y la necesidad imperiosa de, a la mínima oportunidad, poner carretera de por medio e intentar abandonar una abrasadora ciudad en favor de ese paraíso temporal que es la playa, que es la montaña, el campo. Miles, miles y miles de desplazamientos, de coches, kilómetros que no siempre afrontamos de la mejor manera, por ello, si vas a viajar en estos días, si vas a hacer frente a la carretera con tu coche no te pierdas estos consejos, estas claves para, como mencionábamos, hacerlo de la mejor manera posible. Un nuevo episodio de nuestra saga Huye del Tráfico.
Tu coche debe estar en forma
Primordial, antes de cualquier otra clave, de cualquier otro consejo. Tu coche debe estar a punto para afrontar el kilometraje adicional. Una rápida revisión de los niveles, del aceite, del estado del refrigerante, puede ayudarte a solventar algún que otro susto a unos cuantos kilómetros de tu casa. Una pequeña revisión (líquidos, frenos, alumbrado, limpiaparabrisas…) no supondrá un desembolso excesivo y te dará la seguridad de que tu coche se encuentra en las mejores condiciones para realizar el viaje.
Planificar. Pensemos en la ruta, comprobemos su estado, conozcamos alternativas… hoy en día los navegadores nos pueden servir de gran ayuda, nos pueden facilitar todo tipo de detalles sobre el tráfico, sobre si una vía se encuentra en obras o no. Hagamos uso de esas herramientas, del navegador, de las aplicaciones para el móvil, de una búsqueda rápida por internet.
Con el coche listo y nuestro destino en mente no podemos perder de vista otro paso fundamental antes de echarnos a la carretera: el equipaje. Fundamental su buena localización, llevarlo en el maletero, sin grandes bultos en el habitáculo que puedan entorpecer nuestra visión, sin elementos que, en caso de accidente, puedan convertirse en auténticos proyectiles para los ocupantes.
Ropa cómoda, bebidas frescas, una buena posición al volante y la maravillosa asistencia del aire acondicionado. Y en la carretera se vuelve primordial el descansar. Ya estés viajando de día o de noche es fundamental parar, estirar las piernas, tomar algo, despejarnos. Habitualmente se recomienda descansar cada dos horas o cada 200 km.
Si viajamos de noche acusaremos una temperatura menor sí, pero también deberemos tener más cuidado frente a la somnolencia. Del mismo modo debemos ser cautos conduciendo tras la hora de la comida por la somnolencia y el calor.
Pero último pero también fundamental: no te fijes una hora de llegada. Estas de vacaciones. Intentar recortar estupidamente unos pocos minutos al trayecto puede saldarse mal, muy mal.
En Diariomotor: 7 consejos para evitar que la ola de calor envíe tu coche al taller
