Hace apenas unos años, un GPS portátil o un GPS integrado en el coche era la única opción de navegación en un coche. Los GPS portátiles siempre fueron la opción más asequible, pero en pleno siglo XXI les ha salido la durísima competencia de los smartphones. Todo smartphone está dotado de navegadores gratuitos, actualizados permanentemente y de excelente funcionamiento. ¿Qué puede hacer una empresa como TomTom contra los smartphone? El GO 6100 es su navegador portátil tope de gama, y vamos a probarlo a fondo.
Tras sacarlo de su caja, lo observo detenidamente. Es un dispositivo sencillo y elegante. Pesa unos 300 gramos aproximadamente y tiene una gran pantalla de 6 pulgadas con marcos bastante finos. Está construido en un plástico de acabado mate, con una elegante rejilla metálica trasera para el altavoz. El paquete incluye poco más que el navegador en sí: un cargador para el coche – con toma de corriente de 12 voltios – y un soporte para la luna son todos sus contenidos, además de una guía rápida de instalación.
Cargo el navegador en casa – gracias a que tiene toma de corriente micro-USB, como la de cualquier teléfono – y me dispongo a hacer una prueba del aparato. La instalación del soporte en el coche es sencilla, con un giro de su ruleta la ventosa queda bien anclada al cristal y el navegador bien fijado. En un coche de suspensión seca, en ningún momento hizo amago de despegarse, lo cual es un buen testimonio de su aguante. Tras una breve configuración, que incluye crear una cuenta con TomTom, accedo a su menú principal.
Su pantalla tiene 6 pulgadas y una retroiluminación fuerte, que incluso con el sol de verano permite una buena visibilidad en toda situación. Aún así, es bastante propensa a los reflejos y nuestros dedos dejan su inevitable marca, que resulta laboriosa de limpiar. Su pantalla no es HD a pesar de su tamaño de 6 pulgadas: tiene una resolución de 800 x 480 píxeles y un formato panorámico 16:9. No me ha parecido una resolución que afecte a su uso, pero hoy por hoy cualquier smartphone tiene una resolución muy superior.
El GO 6100 incluye una SIM con conexión de datos y roaming internacional. Está incluido en el precio de compra, y no exige de pago de cuotas de ningún tipo. Es una ventaja que las actualizaciones de mapas y bases de datos de radares – además del servicio de tráfico en directo – sean gratuitas. Esta conexión de datos permite la sincronización con los servicios LiveTraffic de tráfico en directo y el servicio MyDrive de TomTom. Estos dos servicios son dos de las principales ventajas de este dispositivo, sus principales bazas.
El servicio de tráfico en directo permite al dispositivo sugerir nuevas rutas en caso de atascos, o recomendarnos varias opciones cuando queremos ir a un determinado destino. El servicio MyDrive Connect permite mandar desde casa instrucciones al navegador, que las recibirá cuando se haya sincronizado con la nube de TomTom en una pestaña llamada «Mis Lugares». Al disponer de conexión permanente a internet, la búsqueda de una dirección es mucho más sencilla que en navegadores tradicionales: país, ciudad, calle, número, etc.
El GO 6100 emplea una búsqueda similar a la de Google Maps, sin ir más lejos: vamos escribiendo la dirección y busca de forma contextual en internet la dirección o punto de interés deseado. Por ejemplo: si busco «Carrefour», me buscará los centros comerciales más cercanos que dispongan de este hipermercado. Si lo que quiero es encontrar una «Calle Madrid», me sugerirá antes las más cercanas a mi localización. No dejéis que suene complicado, es realmente muy intuitivo y una de las sorpresas más gratas de su uso.
En comparación con sistemas antiguos de TomTom, el GO 6100 tiene un uso más sencillo, con un único menú minimalista en el que es posible acceder a todas las funcionalidades del navegador. TomTom ha tratado de asemejar el uso de este GPS al de una tablet, con gestos que ya conocemos tales como arrastrar la pantalla o «pellizcarla» para alejar o aumentar el zoom. No hay demasiadas sorpresas en el resto de funciones del navegador, que son las esperadas en un dispositivo de gama alta conectado siempre a Internet.
Además de poder seleccionar puntos de interés a lo largo del camino – como parkings o gasolineras – también es posible emplear rutas alternativas que el GPS nos sugiere. Si una ruta en particular se llena de tráfico nos sugerirá una ruta menos atascada. De igual manera, podemos pedir alternativas a una ruta de forma manual si no nos convence, y siempre medirá en tiempo de forma sorprendentemente precisa lo que tardaremos en llegar. Es en definitiva un dispositivo muy cómodo y de uso sencillo.
¿Merece la pena?
En lo tocante a GPS portátiles, es de lo mejorcito del mercado. Su servicio de tráfico en directo, la posibilidad de enviar lugares al GPS desde un ordenador y las indicaciones de ruta muy claras – con esquema de en qué carril debemos situarnos – lo ponen a la altura de un smartphone en cuanto a capacidades y funcionalidad. Su búsqueda en internet y su cartografía funcionan en cualquier país del mundo, una gran ventaja si vamos a viajar mucho por el extranjero y necesitamos del guiado de un navegador.
Su principal competencia son los smartphones – cuyas funcionalidades son muy similares – pertenecientes a los ubicuos ecosistemas Apple y Android, que también disponen de alternativas offline en navegadores o apps de navegación muy bien resueltas. A pesar de un precio elevado, es un dispositivo que como GPS tradicional es de lo mejor que se puede adquirir. ¿Pero será suficiente para luchar contra una generación de smartphones que se convierte en más capaz y agresiva a pasos agigantados?
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