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Mercedes Renntransporter: el camión que transportaba las flechas de plata era igual de especial

Es una de las historias de las que nunca me canso. Corrían los años 50 y Mercedes necesitaba un transporte para sus flechas de plata. Hablamos de los impresionantes W196, flechas de plata como el 300 SLR donde el gran Fangio y Stirling Moss dominaban la Fórmula 1 de la época. No valía un camión de transporte cualquiera. Necesitaban una máquina rápida que pudiera salvar a Mercedes si hubiera que hacer un viaje a la fábrica. Además, debía ser un transporte a la altura del mejor coche del momento. Con ustedes, el Mercedes Renntransporter.

Blue Wonder: una máquina única y exclusiva

Fue fabricado en 1955, y transportó los monoplazas de Fangio y Stirling Moss por toda Europa.

Para crear este vehículo Mercedes no reparó en gastos. El primer paso fue encontrar un chasis. En lugar de emplear un vehículo comercial, emplearon un chasis de un Mercedes 300, que modificaron, reforzaron y alargaron. Sobre ese chasis de largueros y travesaños se construyó un carrozado completamente artesanal, que no se parecía siquiera a ninguna furgoneta de la época. El interior de la furgoneta fue sacado de un Mercedes 180, otra berlina de mediados de los años 50. Ahí terminan las similitudes con un vehículo de serie.

Las flechas de plata de Alfred Neubauer se colocaban en una plataforma plana donde se fijaban fuertemente. Era necesario, ya que el Renntransporter – también conocido como Blue Wonder – era capaz de alcanzar los 170 km/h. Su plataforma fue alargada hasta los 6,75 metros de longitud para poder albergar cómodamente a los W 196. Tenía dos metros de ancho y su peso era de 2.100 kg, menos que algunos SUV actuales de Mercedes. Sin embargo, otras de sus cotas nos llaman más la atención, como su enorme voladizo delantero.

El vehículo recreado por Mercedes-Benz Classic en los 90 está expuesto en el museo de la marca.

La cabina sobresalía casi dos metros por delante del eje delantero. Su altura era de apenas 1,75 metros, por lo que el puesto de conducción no debía ser apto para personas de talla alta. El secreto mejor guardado del Renntransporter era su motor. Era un seis cilindros en línea de inyección directa, sacado del Mercedes 300 SL. Tal y como lo oyes, este transporte de coches de competición llevaba el motor de un superdeportivo de la época. El tres litros era capaz de desarrollar 192 CV a 5.500 rpm en esta aplicación.

Toda la potencia pasaba al eje trasero a través de una caja de cambios manual de cuatro relaciones. Su depósito de combustible tenía la friolera de 150 litros de capacidad, necesario para una autonomía de al menos 500 km con un consumo medio de gasolina de 25 litros a los 100 kilómetros. Tras la retirada de Mercedes de la competición tras las terribles 24 Horas de Le Mans de 1955, el Blue Wonder fue enviado a Estados Unidos donde se pasó un tiempo de tour como vehículo de exhibición para nuevos coches de la marca.

Además de su tour estadounidense, el Renntransporter sirvió como vehículo de pruebas para diversos sistemas que Mercedes implementó posteriormente en vehículos de calle. En 1967 el vehículo fue desguazado bajo órdenes de Rudolf Uhlenhaut, entonces alto directivo en la firma de Stuttgart. A mediados de los 90 Mercedes Classic reconstruyó desde cero – usando fotografías como base – este peculiar vehículo y lo exhibió tal y como lucía en los años 50, pero con uno de los Fórmula 1 de la época encima.

Hoy en día se encuentra en el Mercedes Museum en Stuttgart con un 300 SLR encima de él. Mercedes rinde homenaje de esta manera a un pedacito de su amplia historia.

Fuente: Mercedes
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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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